Escrito por: Ana Juan
Fecha: 29 octubre, 2013
El Delicat
Dirección: Calle Conde de Almodóvar, 4, 46003 Valencia
Teléfono: 963 92 33 57
Tipo de cocina: fusión mediterránea – asiática
Precio de la experiencia: 30€ por persona
Espero ser justa con este restaurante, al que acudí con dos buenas amigas, tras la función de teatro de mi prima, María Juan, en Valencia.
Digo esto porque atendí más bien poco a lo que comía y mucho a la conversación casi atropellada de quienes tienen mucho que contarse en poco tiempo…
No obstante, diré que mi percepción global es buena, te cuento porqué. 
Cerca de las Torres de Serrano
Porque está en el centro antiguo de la Ciudad del Turia, cerca de las Torres de Serrano, entorno que siempre que puedo visito en Valencia. No sé, me siento entre ¿intelectuales? ¡Pues vaya tontería! pero lo cierto es que siempre me pareció especial la gente que por aquí andaba y quizá, me quedó esta impresión desde mis tiempos de estudiante.
Local pequeño y sencillo
Porque nos sentaron cómodamente en una mesa redonda con mantel. Me gustan las mesas redondas para reuniones de amigos…Sirvieron con vajilla diversa en forma y color, acompañado de cristalería aceptable.
Un pero tengo, el de la sonoridad del local. No podíamos hablar sin elevar algo la voz… Creo que puede deberse a los techos elevados y a que las paredes completamente desnudas, entiendo que esperando una nueva remesa de cuadros.
La barra al fondo
Sobre la decoración, apuntar que es bastante sencilla, con mobiliario de madera estilo de café de principios siglo XX, pero con lámparas de diseño, originales de gran volumen y luz muy cálida perfecta para dar ambiente (no tanto para hacer las fotos con el móvil, por lo que pido disculpas de antemano…).
De la calle accedes directamente a la sala, espacio reducido y único, con la barra al fondo, a través de la que se atisba la cocina.
Cocina de fusión mediterráneo-asiática
La carta refleja una cocina de fusión, nuestra mediterránea con notas asiáticas. Reina el pescado en las preparaciones lo que, a priori, no es mi fuerte. Sin embargo las salsas no sólo me ayudan sino que convierten el plato en un sabroso placer.
De hecho acumulan una colección de libros de cocina “callejera” y asiática, donde debe inspirarse el cocinero. No tuve ocasión de preguntar pero parece que Catina es pieza clave en este restaurante. Ella nos tomó nota de la comanda, agradable y discreta.
Me tocó elegir el vino
La carta de vinos siempre cae en mis manos en cuanto no está Jose en la mesa, ¡vaya responsabilidad!. Si ya digo yo que no por estar a su lado sé de vinos, quizá al contrario, en casa de herrero…
En fin, me lié la manta a la cabeza y, puesto que a mí me apetecía blanco pero no era del gusto de todas, llegamos al entente de pedir un cava, en este caso de Agustí Torelló Mata Gran Reserva 2008.
Platos al centro para compartir
Ésta fue nuestra elección.
Brandada de Bacalao con aceite de pimentón. La sirven con unas rosquilletas riquísimas, hechas de una pasta que recuerda a la pizza pero más terrosa. El encontrar al fondo el aceite de pimentón animaba la suave brandada.
Ensalada de sashimi de salmón con aguacate, patata y mayonesa japonesa. Este plato me encantó, salmón y aguacate siempre son una buena armonía, con el aliño que engrandecía la combinación de todos los elementos. Más buena que bonita.
Tataki de atún con algas marinas y aceite de sésamo. Estoy hecha una campeona, como atún y disfruto. Ligeramente marcado, servido en medallones que cómodamente comes de un bocado.
Mollete chino relleno de queso y shitake con aliño mediterráneo y jamón. El mollete es la excusa de un plato que se compone de la bolita de pan tierno, trufada con el queso cremoso y la seta, acompañado con loncha de jamón y un aliño de albahaca (diría yo), muy rico.
Pedimos dos postres para las tres.
Espuma de rosas con frutos rojos y granizado de lichis. Muy original pero no de nuestro gusto. Menos dulce que cítrico y más colonia que flor. En fin, este puede ser el precio de la originalidad, lo cual no debe desanimar a nadie.
Panna-cotta de chocolate blanco y coco con pistacho y frambuesa deshidratada. Este sí que sí, cremosa panna-cotta, crujiente el pistacho y puntito de dulce de la frambuesa. Me gustó tanto que casi no sale en la foto.
Cada vez me apetece más conocer la cocina asiática, por lo que me prodigaré por éste y otros locales que la ofrezcan.
¿Qué opinión tienes de la cocina fusión?
Pues bien pudiera pasar por tu hermana esa prima que tienes, se parece un montón a ti.
Así que aprendiendo a comer atún? Pues para mi es delicia pura, me encanta en todas sus preparaciones pero es que el tataki……. un verdadero placer.
Un poco más y tienes que pedir otro postre para sacarle la foto, igual no te hubiese importado demasiado. 🙂
Sabéis lo que he hecho con el tarro de bacalao y pimientos? Pues la idea que se me había ocurrido. En cazuela puse el contenido del tarro, lo calenté un poco y después añadí una bandeja de la gula del norte y el resultado estaba estupendo. Así que podéis hacer la prueba. Gracias por el detalle.
Bueno pareja, un abrazo y a seguir visitando restaurantes que para eso hemos nacido al parecer.
Me alegro mucho de que te haya gustado la pericana. La forma en que te la has comido no es la típica de esta zona pero tiene muy buena pinta, no descarto probarla.
Oye, lo de las fotos es como digo en el texto, entre que andaba yo de cháchara con mis amigas y que había poca luz, no es el mejor repotaje…
Mi prima María o Marigua es genial, ahora está haciendo Club de la Comedia.
Si va para tu tierra te aviso, te reirás…
Un abrazo Jon
Enhorabuena Ana!!
A mí es un sitio que me encanta, principalmente por la humildad desprendida por Katina, en mi opinión el alma de Delicat, y en segundo lugar por la sencillez del local versus la complejidad de la fusión de sus platos. Y menuda RCP!!
Si es cierto que si pillas un día que está lleno, como es tan chiquitillo, la sonoridad no es buena. Y esa mesa redonda es amplia pero queda grande para conversar. Pero si está tranquilito, cosa difícil, es un gustazo tomarse una cerve al sol de la Plaza de la Virgen y luego comer en Delicat.
Besets!!
Gracias Ada!!
Yo tendré que volver a prestar algo más de atención al local y su comida. Como digo, fui con unas amigas muy caras de ver y toda mi atención fue para ellas.
Ya había leido en Verema tu valoración, esa fue una de las razones por las que quise ir.
Besets!
Pues una vez vistas las fotos la verdad es que parece muy apetecible. Al final con esto de la cocina oriental cambiaran tus gustos, vas a preferir el pescado a la carne, jeje.
Saludos.
Pues es verdad que cada vez me hago “más mayor” y como de todo… Jajaja
Bromas aparte, cada vez me gusta más el “sabor a mar”
Pero dame tiempo.
Un abrazo
A mi me encanta este restaurante por su carta. El local es muy sencillo y pequeño pero bueno, poco más pueden hacer. Catina, la dueña (creo) /encargada de sala/camarera/rrpp… es muy simpática. Yo siempre que puedo intento hacer descubrir este restaurante. Eso sí, es super complicado pillar una mesa si no reservas con bastante antelación. Hemos ido varias veces y repetiremos.
¡Hola Ronan!
Me encanta encontrarte por aquí…
Yo he de volver con Jose a modo de segunda oportunidad, ya que la primera andaba yo en otras cosas…
Que te guste a tí es buena referencia.
Un besote