Entrevins, comida y vino coprotagonistas

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Fecha: 9 abril, 2017

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Entrevins Restaurante

Dirección: Calle de la Paz, 7; CP: 46001 Valencia
Teléfono: 963.333.523
Tipo de Cocina: de mercado, basada en el producto.
Precio de la experiencia: 64.78 € por persona.

Fallas 2017

Este año la repleta agenda de “Saraos” personales sólo nos permitió disfrutar de un día de Fallas, pero lo aprovechamos intensamente. Dedicamos la mañana a visitar unos cuantos monumentos falleros. Fuimos a tiro hecho, a los premiados: Convento de Jerusalén, Cuba-Literato Azorín, Almirante Cadarso… Y más tarde el momento que más expectación nos suscita, la Mascletà. En esta ocasión, la del día previo a San José, encargada a la pirotécnica de Burriana de Reyes Martí. Empezó tímida pero fue en continuo “in crescendo” hasta llegar a un apoteósico final.

Ambiente de fallas previo a la comida en el Restaurante Entrevins de Valencia

Una vez colmada el “hambre festiva” fuimos a por la digestiva. Para esta ocasión mi amiga María José tuvo el acierto de reservar en Entrevins, un restaurante que recientemente se ha trasladado al centro de Valencia y que teníamos a un tiro de piedra después de disfrutar de la Mascletà. Además nuevo para mí, con lo cual colmaba también mi insaciable ansia por descubrir restaurantes nuevos.

Céntrico y nuevo emplazamiento de Entrevins

Hace casi un año Entrevins trasladó su restaurante desde el cosmopolita barrio de Ruzafa a la céntrica calle de La Paz. Una apuesta fuerte por el emplazamiento céntrico a más no poder, por la dimensión del local de casi 1000 m2, por el edificio modernista del siglo XIX que lo alberga, por la oferta vinícola, por…

La propuesta es diversa y amplia. A pie de calle en los bajos nos encontramos con Birlibirloque: un espacio informal estilo gastrobar. Barras y algunas mesas con taburetes altos en las que poder tomar vinos por copas, tapear, algunos arroces, menú del día… Un espacio próximo y accesible, además de divertido y bonito.

Birlibirloque, el gastrobar del Restaurante Entrevins de Valencia

El restaurante Entrevins propiamente dicho está situado en la primera planta. Decoración más elegante y formal que el anterior. Grandes ventanales, ladrillo en las paredes, suelo de tarima, tonos claros en manteles y techos. Trasmite calidez y sosiego. Consta de un comedor principal y varios reservados separados por cortinas con ayuda de los armarios climatizadores y expositores de vinos. Mesas bien vestidas, guardando una buena separación, con sillas especialmente cómodas. Realmente todo pensado para agradar al comensal.

Vista parcial del comedor del Restaurante Entrevins de Valencia

El sótano de techo abovedado y ladrillo carvista, sirve de bodega y sala de catas. Se trata de un antiguo refugio de la Guerra Civil española, desde el mismo se pueden contemplar unas ruinas de la antigua “Valentia”.

El “culpable” de todo esto

Guillaume Glòries es el joven sumiller que está al frente de todo esto. Un francés que lleva más de diez años afincado en Valencia. Su primer empleo fue en Ca Sento, y ya después del primer año se vió con fuerzas para emprender su proyecto personal, primero en Ruzafa y ahora con esta gran apuesta en pleno centro de Valencia.

Ostenta los premios al mejor sumiller 2009 de la Comunidad Valenciana y el premio nacional al mejor sumiller en Madrid Fusión 2010.

Producto de temporada

Mercado y producto van de la mano en su oferta culinaria. El mejor producto que es capaz de encontrar en cada momento en el mercado, es decir basa su oferta en el producto de temporada.

Cuenta desde hace años con el cocinero Alberto Lozano al mando de los fogones. Otro punto fuerte de su propuesta es la particular y bien elegida selección de quesos franceses.

El servicio resultó diligente, atento y muy profesional. En nuestro caso a cargo de Sergio Perales.

El vino es protagonista

Ya lo advierte el propio nombre del restaurante, Entrevins, vas a comer entre botellas de vino dispuestas en bonitos armarios climatizadores. En este restaurante el vino tiene como mínimo el mismo protagonismo que la comida.

Vista parcial de uno de los armarios climatizadores de vino del Restaurante Entrevins de Valencia

Cuenta con una numerosa selección, a ojo cuento con unas 500 referencias, pero más que la cantidad resulta reseñable la calidad de las mismas. Selección de la carta de vinos amplia y variada pero no al uso. Ciertos desequilibrios y en cambio otros énfasis en la oferta me dan la impresión que sólo ofrece aquello que le gusta y…  me parece perfecto. Por ejemplo su punto fuerte en cuanto a la oferta de vinos es el champagne de pequeño productor.

Menús y carta

Normalmente ofrece un par de menús, uno del día por 20€ y uno degustación por 33€, pero esta propuesta se vio ampliada con ocasión de las Fallas.

También ofrece un maridaje acorde al menú de 3, 4 ó 5 vinos a precios comedidos de 10, 13.50 y 17€.

Lógicamente también se puede ordenar a la carta.

Nuestro Menú

Elegimos un menú que comprendía tres entrantes, chuletón y postre.

Un par de buñuelos de bacalao con all i oli suave de miel. Acertadas proporciones de bacalao y patata, bien de sabor y textura en uno de ellos. En el otro la mezcla no era del todo homogénea y resultaba más denso de lo deseable.

Buñuelos de bacalao con all i oli suave de miel del Restaurante Entrevins de Valencia
 

Tataki de atún, remolacha asada y kimichi. Producto excelso y punto perfecto, acompañado de un puré de remolacha asada que le otorga densidad y dulzor, contrarrestada por el punto picante y salado del Kimichi. El conjunto resulta acertado, aunque sin perder de vista que lo importante sigue siendo el producto.

Tataki de atún, remolacha asada y kimichi del Restaurante Entrevins de Valencia
 

Calamar de playa a la plancha en su tinta con alcachofas. Buen producto, bien cocinado y buena compañía. Aunque alguno de los amigos comentó que su calamar tenía una textura más tiesa de lo deseable, el mío estaba en su punto, o a lo mejor en el mío… Jejeje…

Calamar de playa a la plancha en su tinta con alcachofas del Restaurante Entrevins de Valencia
 

Compartimos cada tres comensales, un Chuletón de aproximadamente 1.25 kg de vacuno mayor asado a la leña. Carne con una maduración de 45 días del prestigioso proveedor Vacum. Punto perfecto y sabor intenso. Hacía tiempo que no comía una carne tan tierna y lo que es más difícil hoy en día, tan sabrosa. Seguramente fruto de su larga maduración por una parte y de ese delicioso punto ahumado inigualable que le otorga la brasa por la otra. Disfruté muchísimo con este chuletón.

Chuletón de vacuno mayor asado a la leña en el Restaurante Entrevins de Valencia
 

De postre: Choco Blas Entrevins, chocolates en texturas, aceite de oliva virgen extra y sal. Recuerdos a merienda antigua con esa mezcla de chocolate, aceite y sal. Resultón sin más.

Choco Blas Entrevins, chocolates en texturas, aceite de oliva virgen extra y sal. Postre del Restaurante Entrevins de Valencia
 

Para beber empezamos con una botella de manzanilla pasada Maruja. Champagne Dhondt-Grellet Les Terrres Fines, bebido en el Restaurante Entrevins de ValenciaCon los entrantes un par de botellas del champagne Les Terres Fines de Dhondt-Grellet, un primer cru extra brut blanc de blancs. Con la carne parece ser que nos entró la sed y cayeron tres botellas del ecológico Pícaro del Águila 2014 procedente de viñas viejas. Acompañamos los postres con un Finca San Blas 2013 dulce, elaborado con una selección de granos con podredumbre noble, al más puro del estilo Sauternes.

Lo que no me convenció del todo fue el pan, a pesar de decirnos que está elaborado con masa madre por el prestigioso horno San Pablo. Demasiado compacto, mucha miga, tal vez mi gusto personal se encamina a aquellos más alveolados y crujientes.

Un restaurante sumamente recomendable en el que prima el producto de temporada que puedes acompañar de una escogida y acertada selección de vinos en pleno centro de Valencia. Un acierto de propuesta en la que sin duda repetiré. De esos sitios que cuando sales ya estás pensando en volver.

 

 

7 comentarios en “Entrevins, comida y vino coprotagonistas

  1. Jon Ander

    Muy conseguida la foto “fiestera”. Esas gafas de sol son muy “chivatas”. 🙂
    El atún tiene una pinta….. ufffffff. Con lo que me gusta a mí. La txuleta no se le queda atrás pero vamos a ver una de ese peso es para dos, que nos estamos haciendo “blandos”.
    Yo, como sabes, hubiese “toreado” toda la comida con ese champagne que imagino estará riquísimo.
    Un abrazote.

    1. José Ruiz Post author

      Veo que no te ha costado nada encontrar a Wally, ¿eh? 😉
      Chuletón para dos es una medida adecuada para los que sois de la capital del mundo, los del levante somos más flojos…. Aunque en honor a la verdad yo comería aproximadamente 3/4 de uno. La gente estaba un tanto desganada con tanta fiesta.
      Fueron un acierto todos los vinos, pero sí, a ti te hubiese gustado el champagne.
      Abrazos.

  2. Aurelio G-M.

    Me gustó mucho Entrevins. Guillaume me sacó un maridaje de lo más original y acertado con la tabla de quesos: Vermut Valsangiacomo Reserva en copa de vino y sin hielo.

    Abrazos

    1. José Ruiz Post author

      Ese vermú no lo he probado pero todo el mundo dice que es una pasada. Creo que incluso está agotado en bodega.
      Sabes que yo de quesos… pero un maridaje recurrente y que sería un pelín parecido sería con un Oloroso.
      Un abrazo.

  3. Aurelio G-M.

    Está agotado, efectivamente. Yo he comprado muchas botellas, las he regalado a amigos porque es algo “diferente”. Tengo un encargo de un enochiflado amigo mío madrileño de 6 botellas y no hay manera, he hablado hasta con los de la bodega vía Dani.

    Hombre, oloroso… chsssss, forzando… jeje… Esos aromas brutales y esos amargores… Fíjate, en catas a ciegas (he hecho varias) hay quien le da gewürztraminer viejo, otros madeira maderizado… Es la repanocha. Ahora que, en Zaragoza en el mañoencuentro, lo saqué a ciegas y los perros éstos me sacaron que era un vermú a la primera. Les encantó, me pidieron incluso, pero no pestañearon, trón.

    Me consta que en una cata en Valencia con la presencia de varios sumilleres, servido a ciegas y en copa de vino y sin hielo, no acertó ninguno que era un vermú.

    Da que pensar… Unos expertos se van a Madeira y al norte de Europa, y unos aficionaos ni dudan, sacan que es un vermú sin pestañear. Yo creo que es porque los primeros buscaban algo más, están acostumbrados a vinos sorprendentes, tienen mucha información previa… Y los segundos, con la desnudez de la sencillez y la ausencia de filtros, llegan sin complicaciones a “la verdá del Caso Savolta”

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