Rte. El Laurel, la mejor oferta de mercado

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Fecha: 29 enero, 2017

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Restaurante El Laurel

Dirección: Calle Joan María Carbonell, 3 03820 Cocentaina, Alicante
Teléfono: 965.591.738
Tipo de cocina: cocina de mercado y también tradicional.
Precio de la experiencia: 40€ por persona sólo el menú, vinos de aportación propia.

Bojos pel Vi por Navidad

La Navidad nos da la oportunidad de reencontrarnos, especialmente con los que andan más lejos. Este encuentro procuramos hacerlo un poquito más especial, con la excusa de la navidad elevamos un tanto el nivel de los vinos aportados.

En esta ocasión hubo un poco de todo, como casi siempre, pero el denominador común fue que una gran mayoría eran “viejunos”. Con vinos de más de 50 años el nivel de riesgo en cuanto a su estado se eleva. Pero la suerte se puso de nuestra parte y salieron todos muy buenos, incluso algunos soberbios. Ya que no nos ha tocado la lotería…

Foto de grupo de Bojos pel Vi en el Restaurante El Laurel de Cocentaina

Restaurante El Laurel

Elegí un restaurante de mi entorno cercano, uno de esos que sabes que no te fallarán. El Restaurante El Laurel es de esos establecimientos regulares, de los que es difícil salir descontento. Ofrece el mejor producto que es capaz de encontrar y lo cocina de manera respetuosa, mejorando lo que la naturaleza ofrece, siempre ensalzando el estado original.

Incluso la famosa guía roja está de acuerdo conmigo y le otorgó hace un tiempo la calificación de “Bib Gourmand” ya sabéis esos restaurantes que la guía resalta por su inmejorable relación calidad precio.

Fachada del Restaurante El Laurel de Cocentaina

La gran mayoría del público objetivo de estas comarcas se caracteriza por un gusto clásico, por preferir la cocina tradicional y de mercado. Lógicamente la oferta de los restaurantes se adapta a dicho gusto local. Aunque si conoces a Natxo Sellés, propietario y cocinero de El Laurel y le dejas hacer, es capaz de llevar su oferta un poquito más allá. Es capaz de actualizar esa oferta de mercado y tradición que caracteriza su carta y otorgarse alguna que otra licencia con algo más de riesgo.

Natxo Sellés: propietario, cocinero, jefe de sala…

Se formó en un primer momento en el CdT de Alicante y posteriormente en la Escuela de hostelería que fundó la difunta Mey Hofmann en Barcelona. Placa de entrada al Restaurante El Laurel de CocentainaUna vez finalizada su formación como cocinero trabajó en restaurantes de prestigio como: Arzak y Sergi Arola.

Después de este periplo pero siendo todavía bien joven, aceptó el reto de emprender con negocio propio y quedarse con el Restaurante El Laurel. Curiosamente el restaurante en el que había trabajado años atrás un mes de agosto y donde se le despertó el gusto por la cocina.

Natxo es eminentemente cocinero pero le gusta tomar el pulso a la sala, por lo que no es nada extraño verle ejerciendo también como Jefe de Sala.

2 menús y carta

El Laurel está ubicado a la entrada del casco urbano de Cocentaina si vienes desde Alcoy. Se trata de un viejo caserón rehabilitado. Tiene una sala principal y algunos espacios reservados como el de la bodega en el que estuvimos nosotros.

La decoración es de estilo clásico con algunos toques rústicos para que no olvides que estás en un edificio del siglo XIX. El conjunto queda conjuntado y armónico. Las mesas bien vestidas, amplias y con una adecuada separación entre las mismas.

Ofrece una carta más que suficiente para satisfacer al comensal y también un par de menús para aquel a quien no guste elegir. El menú picaeta por 27 euros, muy al uso local, supone compartir 7 pases y rematar eligiendo un postre individual. El otro menú, el menú Laurel por 23 euros permite elegir entre tres entrantes para compartir al centro y elegir principal y postre individual.

Nuestro menú ex profeso para la ocasión:

Para el brindis de bienvenida: jamón ibérico de bellota con un fino viejuno Moriles Solera Fina 1ª Carbonell. Una combinación manida pero siempre ganadora la del Fino y la de un buen jamón ibérico excelentemente cortado como era el caso. El fino estaba bastante apañado para su edad, nariz todavía punzante, notas de hongos y de frutos secos. En boca cierta salinidad y un volumen medio.

Jamón ibérico de bellota degustado en el Restaurante El Laurel de Cocentaina
Taco de atún escabechado con mayonesa de ajo negro y ravioli de yema de huevo. Un atún de innegable calidad, de escabechado suave y toque oriental, con vinagre de mirin, soja y jengibre. Acompañado de un ravioli frito que envolvía una untuosa yema de huevo y adornado con alga nori frita y germinados de ajo.

Acompañaba a este plato el fabuloso champagne Grand Cru Lilbert et Fils Cramant 2008 Blanc de Blancs. Con más de dos años de degüelle estaba en un momento espectacular de degustación. Amarillo dorado de burbuja bastante fina, limpio y brillante. Nariz de excelente intensidad, pera de agua, flores blancas y tenues notas de bollería. En boca presenta un ataque muy fresco. Elegante y equilibrado. Tandem disfrutable al 100%.

escabechado con mayonesa de ajo negro y ravioli de yema de huevo del Restaurante El Laurel de Cocentaina
Coca de escalibada con perdiz y foie caramelizado. Sobre una fina base de masa quebrada se monta este plato que comprende una primera capa de una jugosa escalibada, la siguiente capa de perdiz escabechada en vinagre de vino blanco, coronando con un foie caramelizado, todo ello adornado con cebollino picado. Acompaña una reducción de vinagre Forum. Buen producto y excelente conjunción de ingredientes.

Plato que armonizamos con el champagne Huré Frères Memòire à Ludes Extra Brut solera 82, un gran champagne de corte cítrico y acidez bien afilada.

Coca de escalibada con perdiz y foie caramelizado del Restaurante El Laurel de Cocentaina
Alcachofas en tempura con salsa de chile y jamón. La salsa más bien es un consomé de caldo de ave infusionado con chile y hueso de jamón. Me encantan las alcachofas y este plato estaba tremendo con su puntito picante pero tal vez hay que comerlo demasiado rápido para que la tempura no quede humedecida por el caldo.

Acompañaron a las “difíciles” alcachofas los generosos Dos Cortados Lustau Almacenista Rosario Farfante y 25 Gaspar Florido Jerez Viejísimo. El Dos Cortados, tal vez fue uno de los más flojos de entre todos los vinos catados en esta jornada. Estando bien presentaba menos complejidad de los esperado, bebible y disfrutable pero ya pelín cansado. En cambio el 25 Gaspar Florido se mostró pletórico, con un registro en nariz bien complejo, en el que apreciar notas punzantes de flor, frutos secos, hongos, madera vieja y barniz. En boca presenta un ataque con mucho volumen, potente y sápido. Persistente y eterno. Me atrevería a decir que es un palo cortado.

Alcachofas en tempura con salsa de chile y jamón del Restaurante El Laurel de Cocentaina
Huevo poche, migas de pastor, patata trufada, crema de setas y chistorra tamizada. Para darle cierta ligereza al plato, la panceta que llevan las migas de pastor está deshidratada quedando una sensación menos grasa de lo que cabría esperar. Combinación clásica de productos y sabores quedando esta versión actualizada más elegante que la tradicional. Buena culinaria y buena armonía.

Otra vez recurrimos a los generosos para maridar este plato: a los amontillados Del Duque de González Byass (embotellado viejuno de los años 80) y al Old & Plus de Sánchez Romate. En esta tanda dieron la talla los dos vinos. Del Duque presentó una nariz punzante de buena intensidad a frutos secos, madera de balsa y notas de barniz. En boca se mostró potente, sabroso y salino, de notable recorrido y longitud. Un Vinazo que no falla. Old & Plus de Sánchez Romate con algo menos de potencia pero con mucha elegancia. Registros aromáticos muy nítidos, definidos y equilibrados. Tremendamente disfrutable, especialmente en boca.

Huevo poche, migas de pastor, patata trufada, crema de setas y chistorra tamizada del Restaurante El Laurel de Cocentaina
Pan Bao con pato Pekin y Ketchup de Tamarillo. El pato pekin cocido en una salsa de ostra y de soja ya por si solo se presentaba jugoso. El kétchup que acompañaba muy original, elaborado con comino, eneldo, guindilla, soja, miel, jengibre y por supuesto tamarillos. Una versión muy disfrutable del clásico callejero de la cocina taiwanesa, ¡muy umami!

Le acompañó acertadamente a este difícil plato el Auslese Weingut Anton Siephen 1969er Reinhessen de color ámbar claro. Nariz de buena intensidad a fruta escarchada, flores marchitas, notas amieladas y sutiles hidrocarburos. En boca mantiene la frescura con notas dulces-acidas. Sorprendente con casi 48 años.

Pan Bao con pato Pekin y Ketchup de Tamarillo del Restaurante El Laurel de Cocentaina
Merluza con falso risotto de verdura y costrón de frutos secos. El risotto no es tal sino una mezcla de verdura variada y está cocida con una suave crema de queso y caldo de pescado. La capa de frutos secos que corona el plato, una mezcla de almendra, avellana, nuez de macadamia y kikos. Mi intolerancia al queso hizo que sustituyeran el risotto por una cama de pimientos rojos. De todas formas la evidente calidad de la merluza casi casi eclipsaba todo acompañamiento.

El vino que maridó la merluza fue el riojano Phincas Thousand Mils 2010. Un fermentado en barrica de viura, garnacha blanca, palomino y moscatel del productor David Sampedro Gil. Aromas de buena intensidad a fruta de hueso, notas avainilladas, suaves tostados y un final balsámico mentolado. En boca presenta volumen pero compensado gracias a su estupenda acidez. Complejo y versátil. Me gustó este blanco fermentado en barrica “digerible”.

Merluza con falso risotto de verdura y costrón de frutos secos del Restaurante El Laurel de Cocentaina
Pluma ibérica a la brasa con manzana asada. La pluma excelentemente cocinada quedando jugosa y tierna, con ese delicioso toque ahumado de las brasas. La manzana que acompaña rellena de torta del casar a excepción de la mía, claro, que se acompañó de un salteado de verduras al dente.

Pluma ibérica a la brasa del Restaurante El Laurel de Cocentaina

El único pase de carne no pudo ir más y mejor acompañado. Tres tintos riojanos fabulosos a cada cual mejor.

Barón de Chirel Reserva 1994 De capa alta, presenta una nariz bien intensa de fruta madura, café natural, caja de puros, cacaos y un fondo balsámico. En boca se presenta sabroso, de cierta potencia, taninos domados y acidez ajustada. Mejor en nariz que en boca y desde su apertura fue de menos a más. Muy buen vino.

Campo Viejo Gran Reserva 1970 Rojo picota de capa media-baja. Buena intensidad aromática a fruta roja, tenues especiados, flores marchitas, caja de puros, trufa, monte bajo y un fondo balsámico. En boca se presenta sedoso, amable, de taninos integradísimos pero apreciables y una acidez notable que lo hace muy fresco. Complejo, fino y elegante, lo tiene todo. Mi vino preferido de la experiencia.

Campo Viejo Gran Reserva 1964 Capa más baja que el anterior. Nariz algo cerrada, no tan intensa como la del 1970. Poco a poco se va abriendo y muestra aromas de frutas rojas, flores marchitas, recuerdos herbáceos, cueros, tabaco de pipa y un fondo balsámico. En boca presenta un ataque fresco y muy buena acidez. Un vino que a medida que pasaba el tiempo abierto mejoró ostensiblemente. Vinazo con mayúsculas, aunque disfruté más a su hermano del 1970.
 

Y llego la parte dulce, el postre, bueno uno no, tres. Un refrescante sorbete de manzana verde, un buñuelo que en su interior albergaba chocolate líquido y una coca de manzana acompañada de helado de canela. Postre cumplidor pero tal vez fue lo más flojo de este estupendo menú.

Trio de postres degustados en el Restaurante El Laurel de Cocentaina

Armonizamos con tres dulces también.

Haut Sauternes Grand Vin Blanc Bordeaux 1947 de un bonito color oro viejo. Nariz de muy buena intensidad, con notas amieladas, leves recuerdos de naranja escarchada, café torrefacto y un fondo de desván. Boca sabrosa, con cierto volumen, dulce comedido e increíblemente todavía presenta muy buena acidez.

Château Guiraud 1er Cru 2003 Ámbar de nariz muy intensa, pera en almibar, orejones, fruta escarchada, caramelos de limón y notas amieladas. En boca es sabroso, graso y una dulzura compensada por la alta acidez que presenta. Largo y persistente.

Frankovka Rosé Raritní Ledové 2014 Una rareza de la Republica Checa, de producción muy limitada, tan sólo 299 botellas. Nariz cítrica de buena intensidad, recuerdos de flores blancas y un fondo balsámico. En boca es fresco, delicado y de dulce comedido.

Vinos bebidos en el Restaurante El Laurel de Cocentaina
Agradezco a Juanjo Santos su esfuerzo al tomar nota de las impresiones de cata y compartirlas con todos nosotros.

El Laurel es un restaurante muy recomendable, un valor seguro en la comarca, en el que disfrutar de una excelente cocina de mercado en un entorno muy agradable y a un precio ajustado.

¿Tienes algún restaurante “infalible” cerca de casa?

 

 

11 comentarios en “Rte. El Laurel, la mejor oferta de mercado

  1. Jon Ander

    Pues tampoco veo yo que sean tan “viejos” esos vinos…. con más de 50 años se puede estar estupendamente. Te lo digo yo que de eso sé un poco. 🙂
    Buena reunión por lo que veo. A alguno ya me lo conozco y sé de su buen criterio al comer y beber.
    Algunos platos se me hacen bien apetecibles. Me encanta el atún en escabeche. He probado también el Pan Bao y se me hace un “bokata” jugoso. El huevo poche en cualquiera de sus elaboraciones siempre resulta un plato resultón. El texto no desmerece.
    Así que por lo que veo no pasasteis ni hambre ni mucho menos sed.
    Pues un saludo y a seguir disfrutando.

    1. José Ruiz Post author

      Eso espero, que no se sea demasiado viejo a los 50… ¡qué yo estoy a las puertas!
      Todo estuvo a buen nivel y muy apetecible, tal vez los postres quedaron un escalón por debajo del resto de los platos.
      En estas reuniones ni sed ni hambre 😉
      Un abrazo.

  2. Jordi H. Pérez

    Como siempre gratísimo y ameno (más aun habiendo sido compañero de este festival) relato de lo vivido, sentido y compartido. Lo único malo, es que me siento impaciente esperando la próxima…

    Un abrazo.

    Jordi

    1. José Ruiz Post author

      Muchas gracias Jordi por los halagos y por la compañía.
      Lo único bueno es que este post se ha hecho esperar y la próxima ya está muy, pero que muy a la vista… 🙂
      Nos vemos pronto.
      Otro abrazo para ti.

    1. José Ruiz Post author

      El grupo, geográficamente hablando, es disperso pero más o menos cercano, salvo algunas excepciones. Así es que son varias las ocasiones en que tengo la suerte que cae algún encuentro de este tipo cerca de casa.
      Un abrazo compañero restaurantero.

  3. Toni Grimalt

    Eixos bojos pel vi sou “tremendos”. Veig que el grup va en augment, és així? No deixeu d’avisar-me cada ocasió que organitzeu algun sarao que alguna vegada sonarà la campana i podré acompanyar-vos. Serà tot un plaer!

    1. José Ruiz Post author

      Poc a poc anem incorporant a nous bojos del vi.
      Per a nosaltres també serà un plaer que vullgues acompanyar-nos, precisament este pròxim dissabte tenim un tast vertical ben interessant. Així que ja saps si estàs interessat, estàs convidat.

  4. Jorge (Elmesias)

    Genial crónica, como siempre!
    Posiblemente sea de los mejores sitios en RCP que he comido, en cuanto a calidad y cantidad de platos.
    Desde aquí animo a Toni que se anime a la quedada del sábado que tendrá un especial maestro “torraor” 🙂 🙂

    1. José Ruiz Post author

      Muchas gracias Jorge.
      En ese caso, coincides con el criterio de la guía Michelín al considerar al Restaurante El Laurel por su gran RCP.
      En cuanto a lo del “especial maestro torraor” recuerda que todavía tienes abuela. Jejeje… 😉

  5. Pingback: El maridaje en los restaurantes - Vinowine

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