Escrito por: José Ruiz
Fecha: 3 marzo, 2013
Me levanto el viernes 22 de febrero con la ilusión de un niño que se va de excursión y la satisfacción de un adulto que sabe lo que acontecerá en el “Encuentro Verema”.
José Enrique y yo ponemos rumbo hacia Valencia, ya tenemos la experiencia de unos cuantos encuentros. En el trayecto comentamos la estrategia a adoptar en cuanto los vinos a catar en L’Espai Verema, aunque finalmente nunca llegamos a catar todo aquello que nos proponemos.
L’Espai Verema es una feria de vinos a modo de Showroom que ofrece al asistente catar vinos de más de cien bodegas y distribuidores distintos, a la vez que puede departir con los enólogos, propietarios y sumillers de las bodegas. Las bodegas no escatiman en referencias, todo lo contrario, suelen ofrecer sus vinos más emblemáticos, así como sus más rabiosas novedades. Constituye una “oportunidad de oro” para el asistente aficionado al vino.
En el trayecto hacemos una parada técnica para desayunar, lo hacemos en la población de Alberic en el popular “Domenech” y nos tomamos su emblemático bocadillo de la casa, pan redondo tostado con lomo, tomate natural y una mezcla de especias y ajo. Sigue siendo bueno, pero lejos del bocadillo que les ha hecho famosos y que antaño era una auténtica delicia.
Llegamos a Valencia y aparcamos el coche. A partir de este momento nos moveremos en transporte público durante todo el encuentro.
Tranvía a la Malvarrosa.
Como la novela de Manuel Vicent, tomamos el tranvía a la Malvarrosa para acercarnos al espectacular Hotel las Arenas en el que se celebra el Encuentro Verema. Una delicia que se celebre en este entorno tan elegante, cuidado y relajante. En primerísima línea de playa.
Nos acreditamos y a eso de las doce de la mañana empezamos la “maratón catadora”. El “secreto” para resistir este duro trabajo reside en “escupir mucho y tragar poco”.
Empezamos fuerte en el stand de los Hermanos Eguren y catamos toda su extensa oferta. Grandes vinos los que elaboran esta familia en Rioja y en Toro, destacables: La Nieta, El Puntido, El Bosque, Amancio, Victorino y Alabaster.
Seguimos catando, le toca el turno a los poderosos Numanthia y Termanthia.
Entre tanto nos vamos encontrando a viejos conocidos del foro y de otros Encuentros, como es el caso del amigo Arrutzi. También nos encontramos por vez primera con otros foreros a los que sólo conocemos “online”.
Nos acercamos al concurrido espacio de Vila Viniteca y catamos algunas de las buenas opciones que ofrecen, a destacar el Flor de Pingus, La Bota de Amontillado nº 37 del Equipo Navazos, etc.
Luego llegaría Cirsion, Santa Rosa, en Abadía Retuerta Pago de Garduña, el Petit Verdot, Castillo de Perelada con su Finca Garbet, Bodegas Habla, con sus números 9 y 10, Hiru 3 racimos, Altos del Moncayo, etc, etc, etc.
Os dejo la crónica gráfica, a modo de galería como muestra de lo que os podéis encontrar en L’Espai Verema.
El año próximo, ¿te los vas a perder?