Escrito por: José Ruiz
Fecha: 2 marzo, 2014
Dirección: José Benlliure, 66 C.P.: 46011 Valencia
Teléfono: 963 67 23 14
Tipo de cocina: tradicional, basada en el producto
Precio de la experiencia: 33.53 € por persona.
Barrio Marinero
Ubicado en el marinero barrio de El Cabanyal Canyameral. Según reza en su puerta, esta taberna fue fundada en 1836 para abastecer de vinos a granel a los barcos que llegaban al puerto de Valencia.
Se trata de una taberna con solera, singular y personalísima. Un local que rezuma historia, llena de recuerdos, con su marmórea barra, decorada con botas añejas y botellas. Un lugar al que los años le ha otorgado sabor, tipismo y el encanto de lo auténtico.
A través de su puerta de estética modernista, accedes a una zona con mesas altas y taburetes que permiten el noble arte español del tapeo. El acceso a los distintos comedores se realiza, bien a través de la barra, bien a través de la puerta trasera. Uno de los comedores es la antigua sala de barricas y el otro el zaguán de la escalera. Además dispone de una sala de catas apta para 15 personas. El mobiliario más funcional que cómodo. Las mesas no se visten, ni siquiera con unos caminos de mesa.
Cocina Tradicional
Aquí no espere el comensal encontrar cocina deconstruida, florituras, ni ningún triple salto mortal (culinariamente hablando). Bodega Casa Montaña ofrece una cocina honesta de platos tradicionales típicos basados en el buen producto con el que están elaborados. Ni más ni menos.
Ofrece especialidades como: anchoas compradas en Santoña y transformadas en la misma casa. Michirones o habas secas cocidas, patatas bravas, croquetas de bacalao, brandada de bacalao, clochinas (mejillones valencianos), sardinas, calamar plancha, en fin un surtido amplio que permite realizar un tapeo que constituye una comida o cena en sí misma.
Las raciones no son muy abundantes, prima más la calidad que la cantidad o tal vez soy demasiado tragón.
El servicio es atento, dispuesto, simpático y muy diligente.
Sorprendente carta de vinos
Abruma la extensa y bien seleccionada carta de vinos. Unas mil referencias ofrece, para todos los públicos y para todos los bolsillos. Organizada por tipos e indicaciones geográficas, con un apartado específico de vinos internacionales. Los vinos descansan en un espacio climatizado, el recargo de precios es moderado y la cristalería de servicio de calidad. El servicio sigue la liturgia de la presentación, prueba y primer llenado, para luego funcionar en régimen de autoservicio.
También ofrece una interesante selección de vinos por copas que cambian con cierta frecuencia.
Menú especial Verema por 25 €
Una de las ventajas de este establecimiento es que está situado a escasos 1000 metros del Hotel Las Arenas donde se suele celebrar el Encuentro Verema.
Fuí a comer el viernes, con mis amigos Mª Luisa, José Enrique, Jesús y Paco, el primer día del Encuentro y optamos por el menú especial que ofrecían para la ocasión al precio de 25 euros (IVA inluido) que incluía, además de lo que os cuento a continuación, un buen pan rústico, el café y el agua mineral.
Montadito de bienvenida que como llevaba queso, me cambiaron por uno de sardina ahumada sobre una base de pisto de verduras.
Michirones, se trata de habas secas rehidratadas y estofadas con un interesante punto picante. Tiernas, mantecosas, se deshacían en la boca.
Atún marinado a las 7 especias. Atún fresco marinado que a pesar de contener tantas especias estaba bien suave.
Montadito de brandada de bacalao. Una brandada suave, delicada, pero con sabor, bien ligada y el toque tostado del horno.
Sopa de cebolla. Reconfortante y sabrosa, muy adecuada para afrontar la maratón vespertina de cata que todavía nos quedaba.
Solomillo de buey trinchado con ajos tiernos, buen producto al punto requerido, pero ración algo escasa.
Montadito de queso de cabra con miel de pimientos. No probé por mi intolerancia al queso, pero quien si lo hizo dijo que muy bueno.
Trufas de chocolate artesanas, buenas, aunque sólo una por comensal.
Un blanco y un tinto
Para beber, mi elección: Louro do Bolo 2011 un godello de Valdeorras realmente delicioso. Aromas cítricos, florales, frutales, sutiles tostados y un toque mineral. Con una excelente acidez que le otorga frescura y ese final ligeramente amargoso y salino que te invita a beber más y más.
El amigo Jesús Troya se encargó de elegir la segunda botella: Lalama 2010 tinto con mucha personalidad de la Ribeira Sacra. Taninos integrados con abundante fruta roja sobre un fondo de suaves tostados. Su exuberante acidez lo hace también muy fresco y bebible.
Finalizamos con unas sencillas mistelas por cortesía de la casa.
Un buen lugar apto para el tapeo basado en la bondad del producto, en el que puedes disfrutar de una increíble carta de vinos que ya querrían para sí muchos restaurantes de renombre.
Te invitamos a entrar a través de la foto esférica que hizo José Enrique ese día ¡Es como estar dentro!
¿Qué otros lugares con solera has visitado?
Hola José estuve alli hace unos 4 años, me pareció un lugar con solera e historia.
Yo tambien pasé por la barra y comi en los taburetes.
Estos lugares, en mi criterio, hay qe el menos conocerlos y mirarlos con ojos de su historia.
Completamente de acuerdo Gabriel.
Bodega Casa Montaña es un lugar casi bicentenario, al que el paso de los años le ha otorgado sabor y encanto.
Aleluya. Pensaba que habíais decidido no comer más. 🙂
Habas…. Con lo que le gustaban a mi padre. Yo no podía con ellas, un sabor demasiado fuerte para mi gusto. Quizás así preparadas estén mucho más suaves.
El atún es uno de mis platos favoritos así que no tendría ningún problema por muy especiado que esté. Esas trufas…. no tenían buena presencia para la foto?
Un abrazo y que esto no sea sino un comienzo de un año muy movido gastronómicamente hablando.
¡No comer más! ¿Qué no has visto lo “hermoso” que estoy en la foto?
Estas habas tienen un punto picante de los que invita a beber.
Las trufas estaban tan buenas que no dió tiempo a fotografiarlas.
Otro abrazo para ti.
Los michirones… Algo tan sencillo y popular… que muchos ni los conocen, manda eggs.
Me chiflan (los de Casa montaña)
P.D.: pero qué finde, cómo te cundió! Y anda que a Terili? Sale en todos los fregaos! XXXD
Por esta zona es una tapa popular, aunque cada vez se prodiga menos.
El finde empezó viernes de buena mañana y terminó el domingo noche…”Completo comansi”. Tu socio, es mi socio en los Encuentros
Yo en todos los fregaos.?!? Y tu socio no te quedas atrás… que si japo, que si pa yá, que si pa cá…. jajaja
Un abrazo.
Oye, es verdad, he pasado de no conocerlo a verlo por todas partes. XD
Es pequeño, pero se hace notar. Jejeje…
Buen comentario y precioso establecimiento. Por su nombre podrían descender de mi tierra que hace años, antes de la autonomía, se denominaba La Montaña o Santander. Observando los precios de los vinos por copas, meten un buén “sartenazo”, son muy caros.
Gracias Javier.
En efecto algunas copas de vino tiene un sobrecargo importante. En cambio, en cuanto a la oferta por botellas te puedo asegurar que el recargo es bastante decente, ronda el 60% del precio de tienda.
Releyendo la crónica me entran unas ganas de volver ahora mismo… sin duda, uno de mis sitios favoritos.
Una de las razones por las que repetimos Encuentro tras Encuentro Verema.
¡¡Pero que buenas fotos José!! Muy buen artículo, para variar crack…
Un abrazo.
Gracias Jesús.
La foto de la mesa refleja lo bien que lo pasamos ¿eh?
Otro abrazo para ti.
Que bueno lo de las fotos esféricas y la verdad los platos tienen buena pinta, el que no me convence es el de solomillo de buey, parece carne guisada.
Pues el plato de marras lo cobran a 23 €.
Como decidimos comer el menú especial verema no vi la carta.
José Enrique está entusiasmado con el tema de las fotos esféricas.
El solomillo estaba algo más hecho del punto al que me gusta a mi la carne (casi crudo) pero por dentro estaba jugoso. En cualquier caso, es cierto, la foto no le hace justicia, tal vez lo trincharon antes de asarlo.
Fotos con la misma calidad que tu comentario, José. Saliste ganando con el montadito de sardina.
Muchas gracias por leernos Otilio.
Un abrazo.