Escrito por: José Ruiz
Fecha: 13 noviembre, 2016
Restaurante El Campero
Dirección: Avda. de la Constitución, local 5 C; C.P.: 11160 Barbate (Cádiz)
Teléfono: 956.432.300
Tipo de cocina: cocina de producto especializada en el atún
Precio de la experiencia: 50 € por persona
Amor a primera vista
Recuerdo que la primera vez que leí una reseña sobre el restaurante El Campero, pensé que a poco que me quedara cerca la visita sería obligada. Las pasadas y ya lejanas vacaciones de Semana Santa fueron en Sanlúcar de Barrameda. Uno de los días aprovechamos para visitar el pintoresco pueblo de Vejer de la Frontera y de paso acercarnos a Barbate para comer en El Campero.
Cuando el producto lo es todo
Barbate es la población en la que está ubicado el restaurante El Campero. Pueblo de gran tradición pesquera lo que ha provocado que El Campero sea un restaurante de producto básicamente marino pero diferenciado de cualquier otro gracias a su amplia y profunda especialización en torno al atún, ese “cerdo del mar” que se aprovecha al completo. No conozco otro restaurante en España con tal empeño y especialización respecto del atún.
El Arte de la Almadraba
En Cádiz, de Abril a Junio se permite la captura de atunes mediante la técnica de la Almadraba utilizada tanto en Andalucía, como en el Levante Español.
Aprovechando la migración de los atunes, que desde el Círculo Polar Ártico en esta época van a cruzar el Estrecho para desovar en el Mediterráneo, se instalan un entramado de redes que permite su captura.
La particularidad y bondad de esta técnica permite capturar los ejemplares vivos lo que lógicamente redundará en la calidad de la carne al someter al animal a una muerte rápida sin estrés alguno. Además esta es una de las pocas técnicas de pesca absolutamente sostenible al tratarse de una captura controlada y regulada.
Del sobrenombre al nombre
El padre de Pepe Melero, el actual propietario, emigró en 1965 del campo a la ciudad de Barbate. Para ganarse la vida se quedó en traspaso un pequeño cafetín para dar servicio a los marineros y a los trabajadores del cercano mercado de abastos. Como provenía del campo le pusieron de sobrenombre “El Campero”, mote del propietario que con el tiempo derivó en el nombre del restaurante.
Con la incorporación de Pepe al negocio y sus inquietudes culinarias, el pequeño café poco a poco se transformó en una casa de comidas y con el devenir del tiempo en el gran restaurante que es hoy en día.
Dispone de varios espacios: un comedor, una preciosa y moderna zona de barra y una iluminada terraza.
Carta con Monográfico del Atún
El Campero, cuenta con una carta amplia, variada y aunque centrada en los productos del mar, tiene un par de opciones de carne para quienes no puedan pasar sin ella. Cuento de la carta hasta 29 elaboraciones distintas de atún y es que aquí se viene fundamentalmente a comer atún. Cuando uno recorre 725 km para llegar a Barbate, como fue mi caso, lo que debería comer en El Campero es atún.
Muy ilustrativo resulta el croquis de la carta indicativo de las distintas partes del atún. 24 distintas, que sirve de ayuda al comensal en la elección de los distintos platos.
Interesantísima y amplia carta de vinos
Las propuestas vinícolas alcanzaran fácilmente la cantidad de 500 referencias, variadas escogidas con criterio y nada convencionales. Unas 100 corresponden a los generosos andaluces, en este restaurante les otorgan el protagonismo que merecen. Además disponen de una carta diferenciada para los vinos naturales… en definitiva un oasis para el buen aficionado.
Al cargo de los vinos, desde hace unos meses, está el sumiller asturiano Raúl. Profesional, discreto y atento.
¿Qué comimos?
La pasada Semana Santa tan temprana nos impidió poder degustar el menú de atún de almadraba que sólo sirven en temporada y que hubiese sido nuestra opción inicial. Así es que nos decidimos por compartir tres platos al centro y posteriormente cada uno eligió un principal.
Compartimos:
Revuelto de ortigas y gambas: original revuelto, al menos para nosotros. El huevo atenúa el sabor yodado de los dos componentes marinos y disfraza un tanto la textura de las ortiguillas que tanta animadversión genera en algunos comensales. Buena cocción e integración de todos los ingredientes de este sabroso plato.
Brochetas de atún rojo en tempura, buena materia prima y excelente ejecución de la tempura, poco más se puede pedir.
Callos de atún con morcilla de su corazón y pulpo. El entrante que más me gustó, si vuelvo me pediré un plato para mí solo. Me pierden los platos de cuchara, especialmente los que llevan garbanzos. Un potaje marinero intensamente sápido y bien elaborado. Deliciosa casquería marina.
Ana y yo decidimos compartir también nuestros principales, así es que pedimos:
Solomillo de atún con salsa de amontillado y yozu. Materia prima excelente, poco hecho, tan sólo vuelta y vuelta literal. Las salsas aportan un punto cítrico y de frutos secos, sin enmascarar el producto que es el verdadero protagonista.
Tartar de ventresca “toro” con hueva de tobikko negro. Lo terminaron de preparar en la sala. Perfecta la infiltración de grasa y muy buen corte para mi gusto, es decir tirando a grande. Las huevas del pez volador negro le dan el toque salado y crujiente a esta preparación deliciosamente melosa.
Mi postre: brownie de chocolate y helado, tan sólo correcto.
Para beber conjugamos vinos para todos los gustos:
Manzanilla Callejuela Madura. Una manzanilla de madurez media, es decir a medio camino entre una fina y una pasada. Creo recordar con una vejez media de seis o siete años. Muy buena y definida. Tiene de todo lo que deben tener este tipo de vinos, es: seco, salino, mineral, amplio y largo.
Blanco de Guímaro 2015. Prácticamente un monovarietal de la variedad godello, al que tan sólo le añaden un 5% de Treixadura y Doña Blanca. Un blanco sencillo pero muy completo, con aromas a frutas blancas maduras y recuerdos herbáceos. En boca es fresco gracias a su buena acidez y sus notas amargosas finales.
Taberner, un tinto de Cádiz pero elaborado por un valenciano para los que no perdonan nunca el vino tinto. Coupage de Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon. Tinto de marcado carácter frutal al que le acompañan notas de cacao y recuerdos de monte bajo. En boca tiene una entrada con cierta potencia, taninos amables y presenta cierta acidez que le otorga frescura. Muy bebible.
Restaurante dedicado casi monográficamente al atún, con un entorno cómodo y muy bonito, además con la posibilidad de disfrutarlo en tres ambientes distintos. La materia prima extraordinaria, su culinario excelente, unido a una carta de vinos con mucha oferta y buena selección, hacen de este restaurante aquello que algunos llaman un “imperdible”
¿Te lo vas a perder?
Qué tío! Lo tienes ivernando desde SS!
Eres un crack
Realmente estaba escrito desde hace muchos meses, pero por unas cosas u otras se quedó en el tintero.
Jo, yo soy incapaz, me quema en las manos… Y más una vivencia tan guapa como ésta que nos has contado
Mooola
Y yo que no he estado 🙁
Acompaña todo:, la zona, los vinos y la comida. Tan sólo me frenan los kilómetros y a ti ni siquiera eso 😉
Uno de mis manjares preferidos, en cualquiera de sus formas. Aunque ese plato de cocido….. está para chuparse los dedos y untar pan sin conocimiento. La pena es que a mi esos kilómetros me frenan pero en seco.
Al menos tengo la suerte de poder disfrutar de buenos atunes y bonitos por aquí.
Pues nada, más vale tarde que nunca. Como dice Aurelio a mi también “me queman”….
Un abrazo.
El potaje estaba de miedo y en el resto de los platos se podía apreciar un respeto absoluto a un producto excelso.
Para ti supone cruzar la península de punta a punta, pero nada que no remedie un vuelo.
Otro abrazo para ti.
¿Un restaurante dedicado casi exclusivamente al atún? No te digo “naá” y te lo digo “too”. Me muero de ganas. Gran crónica!
A ti seguro que te va a encantar.
Muchas gracias Toni.
Nos vemos en “ná” 😉
Gran post, Jose. Soy de los que tampoco lo conoce, y me recuerda las ganas que tengo de un Encuentro Restaurantero por esas tierras de los Gadires !!!
Muchas gracias Fernando.
De momento no tenemos Restaurantero/a andaluz/a, pero si no lo hay en un futuro, montaremos igualmente un Encuentro Restaurantero por aquellas tierras.
Gracias por comentar.
Un abrazo.
Gran sitio¡¡¡¡ La próxima vez, la parpatana amigo¡¡¡
Lo tendré en cuenta.