Escrito por: José Ruiz
Fecha: 19 febrero, 2017
Amor a primera vista
Una tarde de una incipiente primavera mi buen amigo José Enrique descorchó una botella de un desconocido Beryna 2003, creo recordar que era fruto de un lote del Club Verema. Fue un amor a primera vista, bueno mejor dicho a primer sorbo, porque la etiqueta ha mejorado mucho, jejeje… Afortunadamente, como podéis apreciar en las fotos, ya en la cosecha del 2004 la etiqueta cambió a mejor, a mucho mejor y también la forma de la botella que pasó a ser troncocónica.
Un vino potente, sabroso, mediterráneo, pero nada pesado. Fresco gracias a su buena acidez, con una paleta amplia de aromas. Aunaba potencia, complejidad y frescura, además de un precio muy pero que muy ajustado.
Fue un bonito descubrimiento para ambos y durante un tiempo fue nuestro vino de cabecera, el vino que comprábamos por cajas, que recomendamos a los amigos y que no fallaba nunca. Ahora no es que el vino no me guste, lo sigo bebiendo de vez en cuando, pero soy más “picaflor” y en muy contadas ocasiones compro cajas de un mismo vino. Tal vez la evolución de uno mismo…
Aprovechando la “Quedada”
Fui guardando una botella de cada cosecha para en un futuro comprobar su evolución y su capacidad de guarda. Todas las botellas fueron adquiridas directamente de la bodega y conservadas adecuadamente hasta que les llegase su momento. Y ese momento llegó y con quién mejor compartir estos vinos que con amantes del vino, con mi grupo de correrías vinícolas: “Los Bojos pel Ví”
En esta ocasión fue el amigo Jordi “Herni” quien organizó la quedada en la casa de campo de su familia, la casa de L’arbre. Hicimos una barbacoa o mejor dicho una “Torrà” como la llamamos por aquí. Con las aportaciones de todos montamos un copioso aperitivo, una copiosa torrà, una copiosa sobremesa y un copioso elenco de vinos aportados. Exageraditos que somos…
Bodegas Bernabé y Navarro
Rafa Bernabé y Olga Navarro fundaron esta bodega con el milenio y en pocos años trascendió su buena fama gracias a su “básico” Beryna. En tiempo record, consiguió aunar el reconocimiento tanto de la crítica especializada como el del aficionado.
La bodega está ubicada en la pequeña localidad de Bigastro, al sur de Alicante pero los viñedos para elaborar los tintos están situados en la finca Casa Balaguer de Villena. Poseen unas 50 hectáreas de viñedo propio.
El viñedo se encuentra a una altitud media de 700 metros sobre el nivel del mar y podemos encontrar gran variedad de suelos (hasta 10 tipos distintos). El clima en Villena es mediterráneo de influencia continental. Practican una viticultura respetuosa con el medio ambiente, no utilizan ni herbicidas, ni productos de síntesis.
Utiliza mayoritariamente monastrell en la composición de Beryna, además de Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot en proporciones variables según las cosechas. El vino envejece durante 14 meses en barricas de roble.
La Cata Vertical de Beryna 2010 – 2003
Hicimos la cata, por consejo de la bodega, en orden descendente. Es decir, de más joven a más viejo. La hicimos previa a la comida.
Actuó como conductor de la cata: Jorge Femenía “El Mesías” quien se documentó previamente y nos fue leyendo las notas técnicas de cada una de las cosechas que íbamos catando. Y una vez más fue Juanjo Santos quien tuvo a bien tomar notas de las impresiones y apreciaciones de la cata de vinos. ¡Muchas gracias a los dos por vuestra dedicación y esfuerzo!
Mi único pero fue no poder compartir este momento con mis amigos Cath y Jose Enrique que tenían otro compromiso este mismo día y con mi mujer Ana, que la pobre estaba malita.
Beryna 2010
Rojo picota de capa alta, limpio, brillante y de buena lágrima.
En nariz destaca la fruta negra más bien fresca, balsámicos poderosos, ligeros herbáceos, especiados y tostados. Buena complejidad, bastante fruta y potente en nariz.
En boca tanino aún algo astringente, buena acidez, de buena estructura, corpulento, sabroso y largo.
Beryna 2009
Visual similar al 2010, rojo picota de capa alta, con ribete granatoso.
Nariz de buena intensidad a fruta negra más compotada, especiados, cacaos, balsámico-mentolados, notas a champiñones y ligeras trufas. Complejo e intenso en nariz.
Incluso casi 60 horas después del descorche apenas se nota oxidación con notas añadidas a las anteriores: torrefactos, pastel de crema, laurel y tinta china.
En boca presenta cierta tanicidad, buena acidez, amargor final, mucho cuerpo y notable longitud.
A las casi 60 horas del descorche el vino está en estupenda forma. Con la fruta más redonda y pulida, con notas mentoladas. En boca el tanino resulta más domado, dulce y elegante.
Beryna 2008
Cereza de capa alta, límpido y brillante.
Nariz de buena intensidad, con fruta negra en compota, grosellas, incluso algo de fruta ácida, especias, flores violetas y toques atrufados. Buena complejidad.
En boca se presenta potente, sabroso, con cuerpo y estructura. Taninos sedosos pero de final seco y un tanto amargoso.
Con algo más de 24 horas de descorche es el que mejor está del cuarteto 2008-2007-2006 y 2005.
Beryna 2007
Rojo picota, con destellos aún azulados en el ribete (curioso pues parece más joven que el 2008) y sin un atisbo de atejados. Limpio, brillante y con buena lágrima. Sólo al final de la botella se aprecian algunos posos.
Nariz de muy buena intensidad a fruta roja y negra compotada, especiados, tostados, toffee, herbáceos, trufas y setas. Bastante complejo y, en este caso, tampoco parece que tenga casi 10 años.
Tanino sabroso, rico, maduro pero a la vez fresco en el paso por boca. El final es largo y ligeramente amargoso.
Beryna 2006
Rojo picota de capa alta, ribete granate-cereza con destellos azulados aún. Limpio (salvo los posos de final de botella), brillante y con muy buena y abundante lágrima que en este caso tinta la copa.
Nariz de mucha potencia aromática, fruta negra madura, notas algo sobremaduradas, balsámico-mentolados, bombones de licor, cacao, trufas, notas a pólvora y ligero fósforo. Complejo y muy intenso.
En boca se presenta fresco, sabroso, con acidez pero menos que sus antecesores. Volumen, densidad y gran cuerpo. Tanino perceptible pero redondeado y dulzón. Final ligeramente amargoso, largo y persistente.
Beryna 2005
Rojo picota de capa alta y ribete granate. Límpido, brillante y de buena lágrima.
Nariz intensa, con mucha fruta negra más fresca que la del 2006. Especiados, cacaos, pimiento verde asado (se perciben ligeras pirazinas), trufas, herbáceos, monte bajo, regaliz y un fondo balsámico. Complejo, muy complejo, nariz espectacular.
Presenta una boca sabrosa con unos taninos casi domados y una gran estructura y cuerpo. Su magnífica acidez le otorga gran frescura y el toque amargoso final elegancia. Largo y persistente
Mi preferido de la vertical.
Beryna 2004
Rojo picota de capa alta, ribete granate con ligeros reflejos atejados. Limpio, brillante y con buena lágrima. Visualmente el más evolucionado de todos.
Nariz intensa a fruta negra madura, especias, poderosos aromas a trufa, sutiles flores marchitas, tostados, balsámico-mentolados, toffee, cacaos y torrefactos. Complejo, intenso y con ligeros terciarios de evolución en botella.
En boca es sápido, taninos redondos y cierta dulcedumbre. La acidez ya está muy justa. Recorrido medio.
Diría que está en declive, el que menos en forma está de los 8 catados. No creo que dé más de sí esta cosecha, o tal vez sea esta botella.
Beryna 2003
Picota de capa alta, con ligeros destellos atejados.
Nariz compleja y de mucha intensidad a fruta negra madura, especiados, cacaos, toffee, torrefactos, recuerdos de trufa, monte bajo, notas de tabaco de pipa y un final balsámico mentolado.
Sorprende el más vejete en boca con potencia y sapidez. Taninos presentes y sabrosos, con buena estructura y cuerpo. Fresco gracias a su buena acidez. Largo y persistente.
Vinos mediterráneos sí, con potencia y estructura pero manteniendo frescura. Con esta cata vertical me han demostrado que un tiempo de guarda les sienta de maravilla. Me ha sorprendido gratamente la buena evolución de la mayoría de ellos, nunca pensé que estarían tan enteros ni tan disfrutables, incluso mejor que años atrás. Confirmo personalmente la buena predisposición a cierto envejecimiento de la monastrell, si se ha cuidado correctamente.
Algunos vinos mediterráneos admiten cierta guarda…
Pingback: Cata de Beryna 2010 - Vinowine
Eso es lo que demostró. La capacidad de los buenos vinos mediterrános.
Recibí la invitación, creo que del mismo Jordi, pero como me sucede tantas veces, al trabajar de verdad, no pude asistir.
Mi enhorabuena.
Hay que levantar el país y sin hombres como tu… 😉
Una lástima que no vinieses, fue un día duro, pero muy chulo. Tal vez a la próxima.
Muchas gracias.
Un abrazo.
Si, si ??? Recuerdo que a través de un lote de VEREMA lo conocí y quizás fue de las primeras veces que probé una Monastrell?
Me gustó !! Y a partir de entonces he degustado otras con ilusión ?? y sorpresa!!???
Enhorabuena alicantinos!! ?
¡Qué casualidad! Conocimos Beryna más o menos a la vez.
Sin ser un monovarietal de monastrell conociste un muy buen representante de vino mediterráneo.
Muchas gracias por comentar.
Nos vemos muy pronto.
Besos para ti y abrazos para Paco.
Un día glorioso, copioso en todo… ( se adivina )
No todo el mundo tiene la oportunidad de disfrutar de una vertical así de Bernabés y Navarros.
Y menos gozando de la hospitalidad acogedora de la casa de campo de un amigo y, por ende, rodeado de ídem (amigos) enochalados, con todo un día por delante, ansiosos de descorchar botellas y dar buena cuenta de suculentas viandas.
Aunque el artículo se centra en los Berynas, no me cabe duda de que el adjetivo “copioso” estuvo bien representado en todos los órdenes, salvo en el personal, quizás escaso ( pocos, pero valientes… no me cabe duda) ante tanto arsenal.
Estáis hechos unos chavales (¡y lo sé!)
Mis felicitaciones para todos los actores???
En efecto Ricardo, pasamos un buen día. Una lástima no vinieses finalmente.
Fuimos una docena, así es que tampoco tan “escasos de personal” y no enseñamos el resto de “cadáveres” para no asustar a los lectores 😉 Pero sí, todo muy copioso…
Muchas gracias por la felicitación y por participar.
Un abrazo.
¡Genial crónica!
Fue una maratón vinícola y gastronómica.
Gracias a ti JR por compartir con nosotros tus tesoros enológicos, a Juanjo por ser tan eficiente escribano y a todos por la compañía y viandas aportadas.
Nos vemos este viernes en otro día “duro” 😉
Así es una tremenda maratón, o más bien una bacanal, en honor a Baco, Dios del vino.
Encantado de compartir vinos con quien los aprecia y disfruta tanto o más que yo.
En efecto viernes y sábado ¿otra bacanal? Jejeje… 🙂
Estupendo día en buena compañía.
Confirmo personalmente la buena predisposición a cierto envejecimiento de la monastrell, si se ha cuidado correctamente. Lo comparto plenamente.
Y como siempre el Mesias va a ciegas y yo me vuelvo.
Un saludo.
Lo pasamos muy bien, que al fin y al cabo es de lo que se trata.
Una lástima no te quedarás al resopón.
Un abrazo.
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