Escrito por: José Ruiz
Fecha: 7 abril, 2013
En el trascurso de la visita a la bodega de Alfredo Maestro catamos algunos de sus vinos. Os cuento mis sucintas y primeras impresiones. Algunos son todavía muestras, servidas directamente del depósito o de la barrica:
- 46 Cepas 2012, un monovarietal de Merlot sin paso por barrica. Joven, frutal con aromas a frutas rojas ácidas y a chuches. Resulta peligroso su fácil paso en boca.
- Amanda 2012, un rosado de lágrima, de bonito color frambuesa, elaborado al 100% con garnacha tintorera procedente de la parcela el Cuchillejo. Un rosado fresco pero con carácter vinoso y excelente acidez.
- Lovamor 2012, sólo 2000 botellas. Curioso y original vino blanco monovarietal de albillo que proviene de multitud de majuelos muy viejos plantados entre 1894 y 1920. Sorprende su intenso color dorado y su definido aroma de frutas blancas, especialmente de pera alejandrina y melón. Una acidez equilibrada lo hace de fácil trago.
- Viña Almate 2012: tempranillo con sólo cuatro meses de barrica. Expresivo, joven, frutal y algún toque floral, fácilmente bebible, muy adictivo.
- Garnacha 2011: monovarietal de garnacha que proviene de cepas que fueron plantadas entre 1891 hasta 1943 en pequeños majuelos repartidos por la comarca de Peñafiel. Garnacha de corte atlántico en la que inicialmente se perciben frutos rojos, para pasar a notas de monte bajo y un fondo mineral. Un producto especial en la Ribera del Duero.
La Cosa singular
También catamos otros vinos, como un tinto que está elaborando para un proyecto solidario y un singular entre singulares dulce moscatel (que en un principio pensé que era un malvasía dulce) con intensos aromas a orejones y una acidez espectacular, al que ha bautizado como “La Cosa”.
Tinto Valle del Botijas
El día anterior habíamos comido en el El Riscal, restaurante ubicado en el pueblo de Carbonero El Mayor, que se caracteriza por ofrecer auténtica carne de Buey de su propia granja. Acompañamos la magnífica comida del Riscal con Valle del Botijas 2011, un tinto de la tierra de Castilla y León, con diez meses en barrica de roble francés que armonizó estupendamente con la carne de buey.
¿Cuál fue nuestra sorpresa?
Que es Alfredo Maestro quien supervisa por encargo de Ramón Cobeña y Juanma Martín este vinazo. En Peñafiel, tuvimos la oportunidad de catar una muestra de barrica del Valle del Botijas 2012, que a pesar de estar todavía por hacer, promete y mucho.
Los vinos que elabora Alfredo son únicos, singulares y naturales. Son todo lo que puede dar de sí la viña, con la mínima intervención posible.
Muchas gracias Alfredo, por ofrecernos catar tus vinos y dedicarnos una mañana de domingo de Pascua.
Bueno, bueno, bueno, pero que bien escribes (quien seas aunque seguro que no es Jose), os felicito por el blog en general.
Muy bien.
Alfredo Maestro
Te aseguro que todavía no nos llega el presupuesto para tener “un negro” que nos escriba los textos, ja,ja,ja,….
Se agradece tu felicitación.
Un abrazo
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