Escrito por: José Ruiz
Fecha: 26 septiembre, 2013
Martin Miller’s: una ginebra con historia
En 1999 el polifacético Martin Miller’s (fotógrafo, anticuario, organizador de conciertos pop,…) y dos de sus amigos, se marcaron la meta de fabricar la mejor ginebra del mundo… en mi opinión, no han quedado muy lejos de conseguir su propósito.
La idea surgió en el cinematográfico barrio londinense de Notting Hill. Para decidir la “receta” final realizaron varias fórmulas, no reparando en gastos ni en recursos de otra índole. La número 7 quedó como ganadora y fue la que finalmente se llevó a la práctica.
Alambique centenario: Ángela
No han reparado en medios. Se han provisto de los mejores botánicos: enebro, piel de limón y naranja, cilantro, canela, regaliz, casía, nuez moscada, angélica y raíz de Florencia. Han procurado los mejores medios, como el alambique de cobre centenario construido por John Dore Et Co. (considerado como el “Rolls Royce” de los alambiques). Es tan exclusivo que merece hasta tener nombre propio: Ángela.
Todo corazón
La destilación se realiza por tandas o lotes, como en los buenos whiskys de malta. Emplean la mejor cebada de Anglia Oriental. Utilizan sólo el corazón de la destilación, la parte más pura, desechando cabeza y cola.
La ginebra de las 3000 millas
El fruto de esta destilación es enviado a Islandia para mezclarse con el agua de los glaciares islandeses, la que ellos consideran el agua más pura y blanda del mundo. Se infusiona con los diez botánicos mencionados y la mezcla preparada para su consumo regresa a Londres para su embotellado. Es por todo este periplo la razón por la que es conocida como la ginebra de las 3000 millas.
Para su presentación utilizan una botella distintiva, moderna de forma rectangular y líneas rectas.
Cata
De color transparente y brillante.
Tiene una nariz equilibrada en la que apreciamos el enebro acompañado de notas cítricas y florales. Es pura integración y armonía, ninguna nota destaca sobre la otra, perfumada sin estridencias. Una composición en perfecto equilibrio.
En boca destaca su suavidad y limpieza al paladar, su extracto seco y su integración y compensación alcohólica. Largo postgusto.
Compleja, pero muy equilibrada.
Ya puestos, os dejo estas…
6 Claves para preparar un buen Gin Tónic:
- El vaso o la copa debe ser ancho. Personalmente prefiero una copa de balón.
- Elige unos cubitos grandes, compactos y elaborados con agua mineral neutra. Abstente de usar los elaborados con agua del grifo clorada.
- Enfría la copa removiendo con abundantes cubitos de hielo y retira el agua sobrante.
- Aromatiza el borde de la copa con la corteza de un limón y la introduces en la copa junto al hielo. Recuerda utilizar sólo la parte amarilla, la blanca amargará en exceso tu combinado. Nunca utilices zumo de límón, el ácido cítrico reaccionaría con la tónica perdiendo sus burbujas.
- Viertes en la copa 5 cl de la ginebra de tu elección.
- Rellena con tu tónica preferida de manera delicada, evitando que se pierda el carbónico. Es muy apropiado utilizar la cucharilla imperial, su mango largo y trenzado nos permitirá deslizar suavemente la tónica en la copa, además de remover suavemente y homogeneizar la mezcla.
Un Gin Tónic de Martin Miller’s, tan sólo aderezado con una corteza de limón y mezclado con una tónica premium del estilo Fever Tree me parece todo un “Placer para los sentidos”.
¿Qué opinión te merece esta moderna ginebra?
Peazo de ginebra esas Martin Miller’s, y su hermana mayor la Westbourne Strength es la bomba! Una buena tónica, corteza de limon y a disfrutar! 😉
Totalmente de acuerdo Ferrán. Un gin tónic sencillo pero muy bueno.
Un abrazo.