Escrito por: Ana Juan
Fecha: 5 octubre, 2014
Bodega La Cigaleña
Dirección: Daoiz y Velarde, 19 C.P.: 39003 Santander
Teléfono: 942.231.062
Tipo de cocina: cocina de producto
Precio de la experiencia: 45.08 € por persona.
Santander: segunda parada en Cantabria
Dejamos atrás la deliciosa ingesta en Solana y continúo nuestro periplo cántabro en la preciosa capital de esta tierra: Santander. De la mano de Sergio Quintial y acompañados del Restaurantero Juan Teja, nos dirigimos a este Templo del Vino. Jose, más contento que unas castañuelas, había leído y oído tanto sobre esta bodega que ansiaba disfrutar de este momento.
Céntrico y con solera
Y llegó la hora de encaminarse hacia este lugar con solera. Lo encontramos rápido ya que está céntrico, en una calle paralela al Paseo Pereda junto al mar. Su portal ya nos habla del interior: forja de hierro y azulejos pintados, anunciando el Museo del Vino. Te adentras en un lugar abigarrado, repleto de botellas de vino de colección, figurillas, vasijas, jarras, cuadros, textiles, ni un centímetro libre en sus múltiples rincones. Lugar añejo como sus botellas, de larga tradición en el servicio a su clientes.
Liderado por Andrés Conde
Al frente del negocio, Andrés Conde, maestro de ceremonias y la razón por la que los amantes del vino peregrinan hacia este lugar. Andrés es la cara visible de la tercera generación de esta saga familiar que acumula sabiduría embotellada, de los vinos de ayer y hoy. Con la entrega de que sólo los apasionados en la materia son capaces, Andrés te recomienda, te presenta y te sirve el vino, trasmitiéndote ese gusto por disfrutarlo. Documentado, viajado, actualizado, él visita personalmente a sus proveedores para elegir el producto que ofrece.
Un tesoro de joyas vinícolas
En este museo encuentras Riojas viejos de añadas centenarias, de la colección que ya empezó su abuelo. Pero aquí puedes disfrutar de vinos de casi todas las regiones españolas, los más importantes de Francia: Burdeos, Borgoña, Champagne, Jura… y de otras partes del mundo. En definitiva aquellos vinos que, sean de donde sean, tengan el denominador común de: autenticidad y calidad. Atesora en su bodega auténticas joyas vinícolas.
El vino es el rey, la comida su dama
En un entorno donde el vino es el rey, la comida se convierte en el maridaje, la armonía que acompaña la degustación. Te ofrece cocina de elaboración sencilla, con producto de gran calidad. También en este capítulo se cuidan mucho en la elección de la materia y sus proveedores. El resultado final es una buena comida con una increíble selección de vinos.
Nos dejamos llevar por el consejo de Andrés, quien nos atendió personalmente en todo momento. Quizá fue por quien nos recomendó y por quien nos acompañaba, pero probablemente todo el “enochalado” que se identifique, encontrará en este apasionado un cicerone entusiasmado por conducirte en este festival.
Vamos con la comida, de la que poco puedo decir además de su excelso producto y tratamiento respetuoso y adecuado.
Rabas de calamar
La rabas es como en Cantabria llaman a las patas del calamar, pasadas por harina y fritas. Hoy día te ponen el resto del calamar también. Probamos varias en nuestro viaje pero como éstas ningunas. Primero porque saben a calamar (será que sí son de este cefalópodo), segundo por su ternura y tercero por esa fritura con el aceite necesario, sin exceso.
Almejas
Tataki de atún rojo
Aquí vemos que esta tradicional casa de comidas se sube a la moda de la cocina oriental. Ejecuta con acierto la elaboración del tataki y sus salsas de acompañamiento, por supuesto, partiendo de un atún de calidad.
Chuletón de vaca vieja
Buena carne de procedencia gallega, hecha al punto requerido, con guarnición de patatas y pimientos verdes fritos.
Queso para Juan y para mí
Mmmm, qué final tan delicioso. Los quesos para poner broche a este disfrute y, por supuesto, acompañado del moscatel añejo de Chipiona César Florido. Jose se pidió un postre casero como alternativa, como no.
Sobre los vinos
En este punto me permito introducir literalmente, el texto que Jose me pasa sobre los vinos que probamos, allá va entrecomillado:
“Empezamos con un Domaine Gianchino Monfarina 2011, presentado en formato magnum de la AOC Savoie. Un vino de la variedad Jacquére, totalmente inédita para mí, criado en sus propias lías. Muy fresco, con buena acidez y de aromas fundamentalmente cítricos. Buen comienzo.
Seguimos con otra novedad (para mí claro) un Quinta da Muradella 2009 de la D.O. Monterrei. Un tinto fundamentalmente de garnacha tintorera que elabora José Luis Mateo. Fresco, ligero y con acidez, muy lejos de las tintoreras de mi tierra levantina.
El siguiente en la lista fue Les Vignes du Maynes Cuvée 910 2012 un curioso y una vez más inédito para mí. Coupage de Pinot Noir, Gamay y Chardonnay. Singular vino de la Borgoña elaborado bajo los parámetros de la agricultura biodinámica.
Domaine Macle 2010. Côtes du Jura. Éste ya había tenido la suerte de beberlo en otras ocasiones. Uno de mis preferidos de la comida. Con una nariz intensa, exuberante, en la que predominan las notas salinas sobre un fondo de levaduras y que con la aireación muestra notas cítricas y ahumadas. En boca resulta seco, potente, de acidez vibrante, con un paso agradable y final ligeramente amargoso. ¡Me encanta!
Otro de los que me gustaron especialmente fue René-Jean Dard y Francois Ribo 2012 de Saint-Joseph. Un syrah auténtico lejos del arquetipo varietal español (salvo honrosas excepciones) cargado de frutas sobremaduradas.
Intensa la nariz a tapenade, en la que predominan los aromas de picada de aceitunas negras, notas ahumadas y un final balsámico. En boca resulta fresco gracias a su buena acidez y ligeramente tánico. Andrés Conde nos explicó que este debería ser el perfil aromático de una auténtica syrah del Ródano.
Con los postres y los quesos llegó el único español. Moscatel Especial de César Florido de Chipiona. Un moscatel añejo criando en viejos barriles. Boca dulce, aromas pasificados y de caramelo tostado. Ideal para mi postre y para los quesos que comieron Ana y Juan.”
Y Jose fue feliz…
Yo disfruté de esta comida por la agradable compañía de Juan, la atención entusiasta de Andrés y todo lo degustado. Sin embargo, de este momento destaco la felicidad de Jose probando, preguntando, escuchando, descubriendo todo aquello que Andrés le dio a probar.
Si eres un amante del vino, ésta es tu meca.
¿Qué otras bodegas de tan alto nivel de vino conoces?
Gran comentario sobre la pasión de Andrés, el trato, el respeto, y la calidad están por encima de todo. Siempre se disfruta
Gracias Isaac. De acuerdo contigo.
Como cántabro puedes estar orgulloso de tu paisanaje.
Saludos
Desde luego que realmente es un verdadero paraíso para los amantes del vino. Nosotros no disfrutamos igual que ellos pero todo se contagia. Me da envidia ese plato de rabas, yo lo intenté pero un poco tarde. Tengo que volver a probarlas. Como siempre excelente trabajo y dejándome en evidencia con esas maravillosas fotos. 🙂 Un abrazo, pareja.
Gracias Jon. No se si me estás contestando en vinowine al comentario que te puse ayer en Gastionomia, en la publicación de esta misma bodega… No lo veo en los comentarios ¿es que me has vetado? jajaja.
Te escribí antes de publicar el nuestro, reconociéndote como “Billy el Niño”, el más rápido en “desenfundar” un post tras un disfrute. Ya ves, nosotros somos de efectos retardados… (no damos “pa más”)
Como te decía, me parece a mí que acabarás pidiendo tinto e, incluso, “ajerezándote”, es cuestión de tiempo (y de evolución de gustos)
Las rabas fue de lo que más me gustó, vuelve, vuelve…
Y por lo de las fotos, oye! yo me quedo con esa foto tuya de grupo, en blanco y negro, en una atmósfera de reportaje de investigación (con cámara oculta)
Un abrazo
Pues no he recibido nada. No lo veo por ningún lado. Serán cosas de esta informática que desde luego manejo muy pero que muy mal. Yo en todo caso te “votaría” pero vetarte nunca jamás. 🙂
Desde luego que volveré en cuanto sea posible y no me quedaré con ganas de probar esas rabas.
Lo de la foto lo hice para “disimular” un poco las caras. Que luego se hacen famosos y no es plan.
Bueno pues, seguiremos buscando y encontrando lugares de disfrute. Un abrazo.
Ana, eres grande! Cada día nos lo cuentas mejor y cada día nos das más envidia!
Besotes
Gracias Presi!
Tengo buenos maestros…
Un besote
Mira que yo no soy de vinos, puramente dicho, que me encanta y no me pierdo una que monten, me encanta el cariño y la sencillez con la que te informa Andrés de lo que tomas.
Ya quisiéramos muchos saber “tan poco” de vinos como tú, Óscar.
Efectivamente da gusto escuchar a alguien que habla de lo que entiende y le gusta.
Un abrazo Óscar y otro para Ana
Con la cantidad de cosas ricas que tienen, ¿cómo se os ocurre pedir queso? 😀
Una abraçada @->-
Ya ves Francesc, un capricho de Jose…
Que noooo, que puestos a dejarnos llevar, nos la dieron con queso…en el postre
Un abrazo y otro para María
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