Escrito por: José Ruiz
Fecha: 6 febrero, 2018
Restaurante El Capricho
Dirección: Cl Paraje de la Vega, s/n; 24767 Jiménez de Jamuz, León
Teléfono: 987.664.227
Tipo de cocina: tradicional basada en el producto
Precio de la experiencia: 100 € por persona
León paraíso del tapeo
La ciudad de León es conocida, entre otras cosas, por sus rutas de tapeo. Rutas que discurren por el casco antiguo especialmente por los barrios húmedo y romántico. Si visitas León y además tienes la suerte que te acompañe un guía autóctono como fue nuestro caso, la experiencia no puede ser más satisfactoria. ¡Muchas gracias Paco por ser tan excelente cicerone!
Cada bebida solicitada es acompañada de su correspondiente tapa, en algunos lugares incluso a tu elección. Y no son unas simples aceitunas o unos frutos secos, no. Son tapas con mucha más enjundia. Croquetas, oreja, embutidos de la tierra, bravas, morcilla, salmorejo…, incluso alguna noche rematamos con una reconfortante sopa de ajo. Lo recomiendo especialmente para cenar, sales a tapear y después de visitar unas cuantas “parroquias” te das por cenado con las viandas que acompañan a cada consumición. Barato, sencillo, bueno y divertido.
León capital española de la gastronomía 2018
A mediados de octubre, apenas un par de semanas después de nuestra visita, los medios dieron a conocer que León se proclamaba capital de la gastronomía para el año 2018.
León contribuye significativamente con numerosos “argumentos” a que España sea un paraíso gastronómico. Cecina de vaca y de otros animales, botillo, pimientos del Fresno, queso de Valdeón, de Beyos, mantecadas de Astorga, puerros de Sahagún, alubia de Bañeza, cerezas, castañas y peras conferencia del Bierzo, manzanas reineta, vinos del Bierzo y de la Tierra de Castilla y León y un largo etcétera de productos y viandas “gastrointeresantes”.
A tal reconocimiento han contribuido los productos y viandas descritos, su cultura del tapeo y establecimientos como el restaurante El Capricho. Restaurante que se ha convertido en un lugar de culto.
El Capricho, restaurante excavado en la tierra
El Capricho está situado en el pequeño pueblo alfarero de Jiménez de Jamuz. Ubicado en una bodega del siglo XIX excavado en la tierra a modo de túnel, galería o calado. Seguramente en su origen destinado a la conservación de vino.
El restaurante es una galería subterránea en pendiente con numerosos recovecos que se aprovechan a modo de comedores reservados. La luz es tenue, forma parte de la experiencia. Para los claustrofóbicos, decir que el restaurante también dispone de mesas en el porche exterior.
Hoy en día Jiménez de Jamuz se ha convertido, gracias al restaurante El Capricho, en un lugar de peregrinaje para los carnívoros, no sólo nacionales, sino también de todo el mundo. El día de nuestra experiencia el lleno era total y con notable presencia extranjera.
Auténtica carne de buey
Se dice que no más de diez restaurantes en España sirven auténtica carne de buey con regularidad, es una carne cara y escasa. El Capricho es uno de ellos y seguramente el más conocido.
La cocina que ofrece es de corte tradicional centrada en la carne y sus derivados en la que el buey es el protagonista principal. Quien visita El Capricho, lo visita para comer buey fundamentalmente.
José Gordón es todo en este restaurante, propietario, maestro asador, criador de bueyes, quien oficia en sala, corta la carne y explica sus diferentes partes,… tal cual un hombre orquesta.
Antes del paso a la cueva o calado, pasas por la parrilla/cocina y puedes observar quan inmensos son los chuleteros de buey. Utilizan sólo carbón de encina.
Granja propia
Después de comer visitamos la granja para observar los “bichos”. Impresiona el tamaño que llegan a alcanzar.
José Gordón, ingeniero técnico agrícola de formación, busca bueyes en todos los rincones de España posibles, especialmente en Galicia y Portugal. De distintas razas, pero siempre autóctonas. Siempre compra bueyes de trabajo y vacas con más de 10 años de edad.
Los acomoda en su granja y los cuida y mima hasta que cada uno alcanza el peso adecuado hasta su sacrificio. Ha habido ocasiones en los que los bueyes han alcanzado los 1400 kilos de peso y los 15 años de edad.
Cada pieza según su raza, edad o características propias de infiltración se somete a un periodo de maduración distinto, pero siempre prolongado. Las maduraciones oscilan entre los 70 y los 130 días en cámara.
En la actualidad, de media, se sacrifican 2 bueyes semanales para atender la demanda del restaurante.
Amplia carta de vino
Quedé gratamente sorprendido al solicitar la carta y poder constatar que era amplia, variada, elegida con criterio y con representación de vinos de todo el mundo. Parece lógico el énfasis en los vinos del Bierzo, especialmente en los tintos que son la armonía adecuada para la carne, que es lo que aquí se viene a comer. Además a precios y recargos razonables.
Mientras elegíamos bebimos un valor seguro, un fino Eléctrico. Y para acompañar el menú dos tintos de la tierra elaborados por Raúl Pérez uno de los mejores enólogos de este país. El Soradal y Ultreia ambos de la cosecha del 2014.
Menú degustación
Se puede ordenar a la carta o elegir uno de los tres menús que ofrecen.
Nos decantamos por el menú degustación intermedio que consistía en:
Aperitivo de la casa: pate de cecina de elaboración propia acompañado de un buen pan tostado a la brasa. Fino y elegante.
Cecina de buey Premium. Un espectáculo, tal vez lo que más me impacto de la comida. Un veteado estupendo que ya quisieran para sí los mejores ibéricos de bellota. Sabrosa, no tan intensa como la de vaca, pero con gusto. Textura más tierna que la de la vaca, con un tacto ligeramente graso que la hace muy disfrutable. Te quedas con ganas de más.
Lengua de vaca curada. Adobada con varias especias, cocida, ahumada y curada durante 50 días. Aliñada ligeramente con vinagre de Módena y aceite de oliva virgen extra. Un producto poco frecuente en mi zona y por tanto todavía más apetecible. Buenísima.
Tomates, unos “sencillos” tomates de temporada y de la zona con mucho sabor.
Chuletón de buey. Y llega el protagonista del día. Primero te muestran en crudo el chuletón que te ofrecen, en nuestro caso de casi 4 kilos de peso. Creo recordar que era de raza Minhota de 6 años de edad y 100 días de maduración en cámara después de su sacrificio.
Más tarde, una vez asado, es el propio José Gordón quien corta la carne en presencia del comensal. Explicando las diferentes partes y texturas de carne que comprende el chuletón en sí y procurando que cada uno de nosotros deguste, tal cual un plato combinado se tratase, cada una de ellas.
Carne fina, elegante, de sabor contenido y agradable. Adictiva gracias a ese punto ahumado que le otorga la brasa.
Postre. Nos dejaron elegir de entre los de la carta. En mi caso un sorbete de manzana verde, yogur de coladilla, avellana garrapiñada y polvo de manzana espolvoreado. Un postre casero medianamente ligero y poco empalagoso. Estupendo dulce para llegar al final de la comida sin sensación de saturación.
Uno de esos sitios que hay que visitar al menos una vez, o dos, o tres…
Ese menú probamos nosotros, la cecina espectacular y todo muy rico.
Creo que 70€, entonces no tenían más que ese menú y la carta.
Hoy en día es el menú intermedio y son 80€ más las bebidas. Totalmente de acuerdo la cecina premium resulta espectacular.
Vaya pintaza tiene todo! Lástima que León nos quede tan lejos! Y encima con Paco y Lluïsa de cicerones, debisteis disfrutar un montón, qué envidia. Un abrazo!
Ferran
Así es un poquito a desmano si que cae… 🙂
Y como bien comentas tener a Paco y a M. Lluïsa como guías particulares fue todo un lujazo.
León merece muchas visitas, tal vez ¿una Semana Santa?
Otro abrazo para ti.
Jose, qué GENIAL!! estas descripciones de nuestra extraordinaria experiencia en mi querida ciudad de León👍😍. Completamente de acuerdo en todo contigo, y además te agradezco todos los detalles gastronómicos y otros, pues, por ejemplo, aunque Paco y yo hemos estado varias veces en El Capricho, gracias a tu interés y capacidad inteligente para conocer y averiguar 👍 💪 , ahora he entendido mejor todo lo que he vivido allí. Recuerdo como me impresionó la visita a la finca donde están los bueyes 🐂, me impresionó!!😃 ver en vivo esos enormes animales😆
Enhorabuena por este post y muchas gracias José!!, así como también, nuestro agradecimiento y cariño 👍😍 al resto de amigos compañeros de viaje , pues ha sido una maravillosa experiencia 👏
Un abrazo amigo🤗
Me abruman tus palabras…
Para nosotros fue una oportunidad, un lujo y un placer compartir estos días con vosotros.
Muchas gracias a ti y a Paco por enseñarnos León.
Besos para ti y un abrazo para Paco.
¿4 kg la chuleta? ¡Qué barbaridad! Tiene una pinta brutal. Interesante ese plato “combinado” con diferentes partes de la misma. He pasado algunas vacaciones de Pascua en la zona. Permíteme añadir al listado de productos leoneses los nicanores de Boñar, ideales para un tío goloso como tú, jeje.
Cierto, el tamaño de la chuleta impacta y la Cecina Premium emociona. Cuando vuelvas por León no dejes de visitar El Capricho, estoy seguro que no te defraudará.
Añadiré a mi golosa lista de cosas por probar los Nicanores de Boñar 🙂
Si algún día me acerco tendré que comer en esa terraza. Una cosa es el romanticismo y otra muy distinta son la catacumbas 🙂
Menuda pinta que tiene ese txuleton tamaño Bilbao. Eso si, ese buey tiene pinta de ser casi “americano” de esos cornilargos. Yo si tienen algún cava rico soluciono bien lo del asunto líquido.
Pues nada, como siempre, envidia cochina de vuestras escapadas. Un abrazo
Jejeje… por lo que leo no te gusta estar bajo tierra antes de hora, ¿eh? 🙂 🙂 🙂
Así es, el tamaño aquí si importa, el del chuletón.
No tengo ni idea de estos “bichos”, pero nos contaron que todos los bueyes que compraban y criaban eran de razas autóctonas españolas.
Tranquilo por el vino, como digo en el post, la carta es amplia y variada. Tienes entre varias opciones para elegir.
León no te queda lejos del todo…
Un abrazo.
¡Espectacular la carne de El Capricho!
Veo que os habéis buscado un buen Cicerone.
Tú bien lo sabes.
¡Para visitar León, los mejores!
Lo de la cecina me pone. Voy a comprarla. Uno de los pocos sitios que no he visitado de los renombrados.
Haces bien, esa cecina es tremenda. Imagino que ya lo sabes, pero por si acaso, El Capricho tiene tienda online en la que puedes adquirir todos sus productos.
Uno de los lugares que tengo en lista de deseos…
A ver cuando podemos escaparnos.
Un saludo!
Vale mucho la pena, Rafa.
A ti no te digo que cuándo quieras… que me tomas la palabra enseguida 😉
Un abrazo.
Vaya tela de cecina y de chuleta! !!
A ver si nos escapamos por León y hacemos un par de “disparates” gastronómicos que ya va siendo hora de repetir por esas tierras.
Enhorabuena, me has puesto muy “cachondo” gastronómicamente hablando.
Un saludo
Luis
La carne es muy buena y la cecina espectacular.
Me alegra tu subidón. Jejeje…. 🙂
Muchas gracias por leernos y comentar.
Saludos.
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