Escrito por: José Ruiz
Fecha: 14 marzo, 2013
40 personas fuimos las afortunadas de participar en esta 1ª cata vertical de Quincha Corral, organizada en el seno del 12º Encuentro Verema.
Dirigió la cata el propietario y enólogo de la Bodega Mustiguillo, Toni Sarrión. Persona de grandes dotes como comunicador, combinaba datos, conocimiento y anécdotas, manteniéndonos atentos a su discurso. Nos transmitió la ilusión y pasión que dedica a su proyecto. Y puede estar orgulloso de los logros conseguidos.
Cata descendente de 2009 a la 1ª cosecha de 2000
Confesó su ilusión por esta cata ya que hacía tiempo que no cataba sus primeros vinos: 2000, 2001 y 2003. Y es que conserva pocas botellas porque, en estas primeras añadas, se preocupó más de vender todo el vino posible.
Planteó la cata vertical en orden descendente, es decir, de la cosecha más reciente a la más lejana en el tiempo, así es que empezamos por:
Quincha Corral 2009
Según Toni Sarrión no fue una gran añada, las abundantes lluvias del verano, engordaron los racimos excesivamente. Elaborado con el 100% de bobal, se maceró en barrica abierta y sólo se han elaborado 1940 botellas de 75 cl. Presenta una magnífica acidez, como así lo atestigua su ph de 3.48.
Color picota intenso y ribete violáceo, capa alta, límpido y brillante.
En nariz se muestra poco expresivo, algo plano, necesita oxigenación. Al final de la cata (1 hora y media después) se advierten aromas a frutas negras maduras, suaves tostados y un ligero final balsámico. Predomina la fruta por encima de los demás aspectos.
En boca es potente y sabroso, taninos presentes y tal vez por pulir. No obstante manifiesta una buena acidez que le otorga frescura y le resta pesadez. Buena persistencia.
Un vino, en definitiva, por pulir en botella. Según la experiencia de Toni Sarrión un Quincha Corral debe permanecer en botella un mínimo de cuatro años para poder expresar lo que da de si.
Quincha Corral 2007
Un invierno suave dio paso a una primavera irregular, con lluvias tardías y un verano seco, pero fresco. Se vendimió la primera quincena de octubre, fue calurosa y trascurrió sin lluvias. Esta añada ha permanecido 17 meses de crianza en roble francés y se elaboraron 4700 botellas de 75 cl. Composición: 100% bobal.
A la vista es un picota intenso con destellos violáceos, límpido y brillante.
En nariz es más expresivo que el precedente. Frutas negras muy maduras dan paso a tostados en los que prevalece la vainilla y algo de canela. Fondo balsámico y algún aroma más que no acabo de identificar. Esta añada presenta un balance más ajustado entre fruta y madera.
En boca se muestra potente, cálido y sabroso; algo de dulcedumbre y redondo; taninos sedosos, presentes pero sin aristas. Largo y persistente.
Según la opinión de Toni, como consecuencia de un error en el momento de la vendimia, esta añada está un tanto falta de acidez, por lo que augura que el vino empezará a caer en unos tres años.
Quincha Corral 2006
Invierno frío, primavera con lluvias, verano muy seco y fresco. Se vendimió entre la 2ª y 3ª semana de octubre, sin lluvias y con gran oscilación térmica entre el día y la noche. Crianza de 20 meses en barricas de roble francés de grano fino, siendo un 72% de ellas nuevas. Acidez total de 5.86 g/l y ph de 3.46. Se elaboraron un total de 4200 botellas de 75 cl. Primera cosecha en la que la composición es de 100% bobal.
Picota oscuro, capa alta y ribete morado, límpido y brillante. A la vista más joven que la añada 2007.
Presenta una nariz más compleja y completa que los anteriores. Inicialmente frutal, una vez más aparecen las frutas negras muy maduras y guindas en licor, para dar paso a dulces especiados de la vainilla, sobre un fondo de monte bajo y un final balsámico.
En boca resulta potente y sabroso, muy bien armado; magnífica estructura, taninos elegantes, aunque todavía por pulir. La acertada acidez que presenta, le otorga frescura y una larga vida.
Según Toni esta añada va a ser muy longeva, con gran capacidad de guarda y muy buena evolución. Promete ser una añada histórica.
Quincha Corral 2005
A un invierno frío, le sucedió una primavera lluviosa y un verano también pasado por agua. Se vendimió entre la segunda y tercera semana de octubre en tres pases por la viña. La fermentación se realizó en barrica abierta y el vino ha permanecido 20 meses en barricas de roble francés de grano fino (65% nuevas). Acompaña a la bobal un 10% de tempranillo. Acidez total de 5.9 g/l y ph de 3.35. Se embotellaron 3850 botellas de 75 cl.
Visualmente se percibe un cereza oscuro de capa alta.
En nariz es complejo, una sinfonía de aromas definidos y ponderados. Inicialmente caramelo de violetas, para pasar a frutas rojas y negras maduras, café torrefacto, vainilla, toffe, chocolate negro, guindas en licor, sotobosque, algo mineral y fondo balsámico.
En boca se presenta potente y sabroso, buena estructura, tanino presente pero perfectamente integrado, muy sedoso, redondo, equilibrada acidez. Largo y persistente.
Según la opinión de Toni estamos ante una gran añada. Coincido plenamente, es un vino para beber y disfrutar, hedonismo puro. EMHO el vencedor de la cata.
Quincha Corral 2004
El invierno fue frío, la primavera lluviosa y el verano fresco y seco. Durante la vendimia, 2ª y 3ª semana de octubre, el sol acompañó. Se realizaron dos pases a la viña. Se elaboró en barrica abierta y el vino se crió durante 20 meses en barricas de roble francés (90% nuevo) de grano fino. La acidez total es de 5.82 g/l y el ph es de 3.51. A la bobal le acompaña un 4% de syrah. La producción alcanza las 4850 botellas de 75 cl.
Picota oscuro de capa alta, límpido pero algo mate.
Inicialmente algo cerrado pero con el trabajo en copa empieza a expresarse. Una vez más aparecen las notas de frutas negras maduras, para pasar a dulces especiados de vainilla y canela y un ligero tapenade. Fondo balsámico y mineral
En boca es potente y sabroso, taninos con alguna leve rugosidad nada molesta y un puntito de dulcedumbre. Buen balance con la acidez, todavía se percibe frescura. Largo y de buena persistencia.
En un buen momento de disfrute. Según Toni la cosecha del 2004 climatológicamente hablando, fue una gran añada.
Quincha Corral 2003
Un invierno frío, una primavera suave, un verano seco y muy caluroso y una vendimia con altas temperaturas, dan como resultado una cosecha calida. La crianza es de 19 meses en barricas de roble francés (85% barrica nueva) de grano fino. La acidez total es de 5.6 g/l y el ph de 3.60. Compuesto por un 90% de bobal
Presenta buena capa y un bonito color cereza, se advierte levemente su evolución.
En nariz es algo distinto a todos los catados hasta el momento, las frutas negras están maceradas, muy maduras, algarroba, picada de aceitunas negras, algo de pirazina y un toque de carne cruda. Monte bajo y tierra húmeda.
En boca resulta con buen ataque, con algo menos de potencia que los predecedentes y una acidez mas ajustada. Buen recorrido y persistencia.
Quincha Corral 2001
Invierno frío, primavera suave y un verano fresco. Criado 16 meses en barricas nuevas de roble francés de grano fino. Acidez total 5.40 g/l y un ph de 3.70. Compuesto por un 90% de bobal, un 6% de tempranillo y el 4% restante de cabernet sauvignon. Se elaboraron un total de 5400 botellas de 75 cl.
A la vista presenta una capa tirando a alta, con los bordes algo atejados. Límpido y bastante brillante. Presenta gran cantidad de posos.
La nariz está más evolucionada que las otras añadas catadas. Tras un trabajo de aireación desaparecen aromas un tanto reductivos para dar paso a cueros, barniz y un fondo balsámico. En un segundo plano notas de frutas negras y caramelo de violetas.
En boca es sedoso, completamente redondo, taninos pulidos y golosos, algo de dulcedumbre. Conserva acidez y también resulta fresco, en esta fase se muestra como un vino más vivo que sus predecesores. Largo y notable persistencia.
Mejor en boca que en nariz.
Quincha Corral 2000
Climatológicamente hablando, la cosecha del año 2000, soportó un invierno frío, una primavera suave y un verano seco pero fresco. El vino permaneció 16 meses en barricas nuevas de roble francés de grano fino. Su acidez total es de 5.55 g/l y el ph de 3.68. Su composición: 76 % bobal, 20% de tempranillo y el resto de cabernet sauvignon.
A la vista mantiene una buena capa, límpido y con brillo.
La nariz no ha evolucionado correctamente, en declive total, predominan aromas empirreumáticos desagradables a neumático quemado y notas sulfurosas.
En cambio mantiene el tipo en boca, sus taninos están pulidos, sin aristas. La acidez justa, pero en un correcto equilibrio. Cierta persistencia.
Esta cata vertical, resultó ser una experiencia muy didáctica, emotiva y hedonista. ¡Gracias Toni! ¡Gracias Verema!
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Me habéis hecho revivir esta inolvidable cata y este vino tan especial. Felicidades por todo (descripciones de los vinos y por las fotos).
Fue un privilegio asistir a esta 1ª cata vertical de este vino tan especial.
Gracias a ti por leernos y por comentar