Bodega Pagos del Moncayo

Semana Santa en Tarazona

El equipo VinoWine decidimos pasar la Semana Santa en Tarazona (Aragón), a las faldas del Moncayo y a escasos kilómetros de Tudela. Tras visitar Tarazona y contemplar el fervor con que niños y mayores desfilan en procesión, entre tambores y cornetas, buscamos el momento para “lo nuestro”. Así es que, por recomendación y con la ayuda de Toño (Vinatería el Rincón del Arpa), visitamos la bodega Pagos del Moncayo.

Bodega del Campo de Borja

Pagos del Moncayo es una pequeña bodega adscrita a la D.O. Campo de Borja, situada en la población de Vera del Moncayo. Es el resultado de la ilusión de la familia de Pedro Aibar por elaborar vino en sus propios viñedos.

En el transcurso de la cata, conocimos a Pedro Aibar y tuvimos la oportunidad de catar y recatar los vinos de Pago del Moncayo con él. Además, nos contó sus experiencias tanto en Viñas del Vero, como en la actualidad en la Rioja en El Coto. Con él pasamos un ratito agradable, interesante e instructivo pues Pedro es toda una personalidad en el panorama vinícola español.

¿Quién es Pedro Aibar?

Pedro es un reconocido enólogo y gestor de grandes proyectos bodegueros. Inició su carrera profesional con un breve paso por Bodegas Pirineos. Pero su progresión y éxito profesional llegó en Viñas del Vero: la bodega más grande del Somontano, donde fué fundador, enólogo y director técnico. A principios del 2010 y después de un par de años desde la entrada de González Byass en la propiedad de la bodega, decidió tomar otro rumbo y aceptar una atractiva oferta de la macrobodega riojana El Coto.

En Viñas del Vero cosechó notables éxitos a destacar: Clarión, Gran Vos, Secastilla y Blecua. Todos vinos notables, no sólo en el ámbito del Somontano, sino en el panorama vinícola nacional.

Bodega casi de Garaje

Pagos del Moncayo es una bodega funcional, práctica y pequeña, no tanto como un garaje, pero casi. Cuenta de manera permanente con sólo dos empleados. El enólogo Gonzalo, chileno de nacimiento y aragonés de adopción y la simpática Rosa que nos acompaño en la visita. Los dos, a la fuerza, hacen todo y de todo.

Se fundó en el año 2006 por la familia de Pedro Aibar con la pretensión de elaborar vino de calidad de unas cuantas parcelas de viñedo que tenían en propiedad.

Desde el año 2011 se incorpora al accionariado Axialvinos de la mano del importador de vinos holandés Louis Geirnaerdt. Ello supone un impulso en la comercialización y proceso de internacionalización de la bodega.

Micro Viñedo

Pagos del Moncayo, posee en propiedad 7.50 hectáreas en las localidades de Magallón y Bisimbre, distribuidas entre 5 viñedos muy distintos por su suelo y orientación. Viñedo viejo, la mayoría de más de 80 años de edad, de las variedades garnacha y syrah.

En el transcurso de la visita el propio Pedro Aibar, me cuenta su firme convicción que en los terrenos en donde la garnacha campa a sus anchas, la syrah tiene mucho potencial y además suele ser una excelente compañera de coupage.

Tradición en el campo e innovación en la bodega

Están convencidos que el buen vino se hace en el campo, por lo que el trato que le otorgan al viñedo es totalmente exquisito. Todo el trabajo de campo se realiza de forma absolutamente manual: poda, tratamientos y vendimia. Recogen la uva en cajas de 20 kilos. Incluso se atreven a realizar el pisado de la uva de manera totalmente tradicional: ¡con los pies!

Encuban la uva en lagares abiertos

Las uvas se despalillan y se encuban en pequeños lagares abiertos, tal cual siglos atrás. Pero los lagares ya no son de piedra, sino de práctico y limpio polietileno. Cada lagar contiene el trabajo de cada día de vendimia y permite simultanear maceración y fermentación pisando las uvas dos veces al día.

Sorprendentes depósitos de polietileno

No dudan en aplicar cualquier innovación tecnológica que mejore el vino, siempre que no lo enmascare y cambie su esencia natural. Como por ejemplo los inéditos, al menos para mi, depósitos de polietileno de la casa Flextank, que permiten la mirooxigenación, además de otras ventajas competitivas de costes, capacidad de almacenamiento (ved en la imagen cómo su forma permite optimizar espacio). Pedro nos contó que los conoció en uno de sus viajes por Australia. Lo utilizan sólo para la referencia más joven, para el coupage de garnacha-syrah.

Utilizan barricas de distintos tostados y distintas tonelerías, tanto de la nacional Intona en Monteagudo (Navarra) como de la francesa Saury, así como de la americana Canton.

4 vinos

Pagos del Moncayo elabora cuatro vinos distintos y los cuatro catamos, todos ellos de la cosecha del 2012.

Garnacha-Syrah: es su referencia más joven, honesto, fácil de beber y de disfrutar.

Garnacha: monovarietal de garnacha. Magnífica expresión varietal, frutas negras y rojas con notas avainilladas y otras especias dulces con un fondo de monte bajo mediterráneo. Sabroso y potente, taninos presentes pero integrados, con una excelente acidez que le otorga frescura. Largo y persistente.

Syrah: monovarietal de syrah. Frutal, algo licoroso, notas de tapenade y aceitunas negras maceradas. En boca muestra su potencia, tánico sin molestar. Notable longitud.

Prados: 85% syrah y el 15% restante de garnacha. Es la segunda cosecha de este exclusivo syrah. Visualmente presenta un atractivo color cereza intenso y un ribete violáceo que delata su juventud. Predomina su carácter frutal, sin olvidar su paso de 12 meses en barrica que le confiere recuerdos especiados dulces. Un fondo balsámico de esencia mediterránea a base de tomillo y romero nos hace intuir su compañía en el viñedo. En boca presenta buena estructura, es sabroso pero elegante, con un buen equilibrio entre tanicidad y acidez. Largo.

Datos útiles

Ctra. Z-372 Km. 1.6 Vera de Moncayo; 50580 Zarargoza
bodega@pagosdelmoncayo.com
Telefonos: 976.900.256 y 687.992.660 (Gonzalo)

Gracias Arpista

Finalizada la cata, nos fuimos a Tarazona a conocer a Toño y su interesante tienda de vinos: El Rincón del Arpa. Toño elige los vinos que ofrece con un único criterio: que le gusten a él. De este modo encuentras vinos de su tierra (garnachas aragonesas) pero también buenos jumillanos o jerezanos, pasando por ciertos vinos del Pirineo Catalán. Fuimos tratados con gran amabilidad y hasta pudimos degustar unos deliciosos chorizos en aceite que conserva para los de casa. Por todo ello le estamos muy agradecidos.

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