Escrito por: José Ruiz
Fecha: 7 abril, 2013
Alfredo Maestro Tejero se formó en Bilbao para ser financiero, que es de lo que vive. A pesar de su origen vallisoletano, sus padres nada tenían que ver con el negocio del vino. Sin embargo, su interés por este mundillo fue creciendo y creciendo, hasta llevarle a compaginar su trabajo de financiero con sus actividades de viticultor y bodeguero.
Vino de garaje
Nos recibe en su pequeña y artesanal bodega la mañana del domingo de Pascua. Tengo la impresión de que su empeño e ilusión le han llevado a disfrutar tanto del vino que olvida las vacaciones y los fines de semana. Tiene que trabajar mucho y duro. Los medios son escasos pero se suplen con la dedicación del propio Alfredo y su entorno familiar. En esta bodega, todo es funcional, no cabe lo superfluo o decorativo.
Comienzo autodidacta en el mundo del vino
Alfredo empezó a interesarse por el mundo del vino a finales de los noventa. Me cuenta que aprendió a medida que fue catando y comentando con amigos, leyendo lo que caía en sus manos, asistiendo a cursillos y hablando o preguntando a los viejos viticultores del lugar.
Su inmensa curiosidad y empuje le llevó a realizar sus primeros “pinitos” en la elaboración de su primer vino en 1998. Por entonces plantó viñas propias en su Peñafiel natal pero vinificaba con uva comprada. Hacía sus elaboraciones desde la “perspectiva química”, utilizando todo tipo de compuestos como fijadores de color, enzimas artificiales, incluso ácidos. En fin, todo aquello que la enología moderna preconizaba en los manuales que le prestó su primo enólogo.
Su conversión a los vinos naturales
Tras cinco años de mucho “ensayo-prueba-error”, se dio cuenta que no estaba elaborando los vinos que quería. Fue en ese momento cuando, a contracorriente de las filosofías imperantes, decidió elaborar vinos de otra manera, lo más naturales posibles, con la finalidad de que ofrezcan la máxima expresión de la variedad y del terruño. Nada de vinos homogéneos y de grandes tiradas.
Según Maestro, cada cosecha es única y, por tanto, deviene en vinos únicos que reflejan lo acontecido en la viña y la vendimia de esa cosecha. De este modo son vinos irrepetibles, para bien o para mal. Se declara un fiel defensor de la tierra y del entorno.
En este contexto siempre utiliza levaduras autóctonas obtenidas a través de la vendimia de cada cosecha. No se aportan componentes químicos durante la elaboración, ni tampoco durante la crianza. Todo el proceso productivo es realizado a mano.
Alfredo se puede considerar hoy un trasgresor. Elaborador de vinos únicos y singulares. Se convierte en un “oasis” en esta tierra uniformada de vinos correctos y buenos, pero anodinos y faltos de carácter.
Elabora 15 vinos distintos
En la actualidad elabora hasta 15 vinos distintos y un total aproximado de 25.000 botellas. De su referencia básica, Viña Almate, algo más de 10.000 botellas y el resto de las otras elaboraciones. Se permite el lujo de hacer microvinificaciones de todo aquello interesante que cae en sus manos. Busca y recupera pequeños y viejos majuelos, algunos centenarios, que le ofrezcan vinos interesantes desde su origen, desde la naturalidad.
Vinifica siempre por separado todas las parcelas y todas las variedades, para posteriormente decidir si realiza distintos coupages o monovarietales, depende de cada añada.
Barricas azueladas
Utiliza mayoritariamente barricas azueladas de roble francés para la crianza de sus vinos. El proceso de azuelado consiste el lijado y rebajado del interior de las barricas, en unos 3 mm. Es una forma de recuperar o reutilizar barricas usadas de gran calidad. Con ello consigue una de sus máximas: que la fruta siempre quede patente y la madera la acompañe, pero en un segundo plano.
Botella lacrada no encapsulada
Como curiosidad os diré que utiliza, excepto en Viña Almate, el lacre para encapsular sus botellas, cada referencia de un color distinto.
Embotella sus vinos como (IGP) Vinos de la Tierra de Castilla y León, entre otras cosas, para huir de los corsés que en ocasiones imponen las D.O.’s
Su nuevo proyecto en Navalcarneros
Con la finalidad de elaborar una línea de vinos distinta, este inquieto emprendedor ha inaugurado hace algo más de un año otra bodega en Navalcarneros.
Pero lo de esta nueva bodega ya os lo contaré otro día, cuando tenga la oportunidad de visitarla.
Datos útiles
Bodegas y Viñedos Maestro Tejero
47300 Peñafiel (Valladolid)
Telf: 687.786.742
www.alfredomaestro.com
¿Qué opinión te merecen los vinos naturales?
Bueno, bueno, bueno como te ha quedado el post…felicidades y muchas gracias por tus palabras que reflejan fielmente lo que hablamos y la historia de mi corta vida en este mundo vitivinicola.
Un saludo.
Gracias a ti por acogernos en tu bodega un día de fiesta.
Tal vez tu historia vitivinícola sea corta, pero muy intensa e interesante. Pocos elaboradores tienen más de quince referencias, de tanta calidad y singularidad, en tan poco espacio de tiempo.
Si te apetece dar una mirada, tienes más fotos en nuestro Facebook
¡Sigue así!
Un abrazo,
He sentido envidia de verlo disfrutar tanto con su proyecto. Una envidia que me invita a imitarle, a buscar mi propia ilusión.
Enhorabuena por saber ser feliz.
Gracias de nuevo chicos!
Un verdadero lujo para mi disfrutar de este post por partida doble ya que entrevistador y entrevistado son muy buenos amigos. La verdad es que la atmósfera que se respira alrededor del trabajo de Alfredo Maestro es de verdadera implicación con la pureza del vino y esto sus vinos lo transmiten.
Un saludo.
Pingback: Cata Valle del Botijas 2011 | Vinos Catados | Vinowine, placer para los sentidos
Pingback: Ruta por Segovia: 3 Castillos y 1 Alcázar | Por vino vine | Vinowine, placer para los sentidos
Pingback: Propuestas de enoturismo en Semana Santa - Vinowine