Escrito por: Ana Juan
Fecha: 5 junio, 2013
Restaurante El Panadero en Sepúlveda
Dirección: Cl Conde de Sepúlveda, 4; C.P.: 40300 Sepúlveda (Segovia)
Teléfono: 921.540.809
Tipo de cocina: tradicional castellana.
Precio de la experiencia: 40 € por persona.
Nos faltaba el lechazo asado
En nuestro último día por tierras Segovianas, lunes festivo para los valencianos, visitamos el Castillo de Pedraza. Antes de partir de regreso a casa, teníamos previsto comer en Sepúlveda y darnos un paseo por sus calles.
Como con José es difícil dejar algo para la improvisación, ya teníamos reserva en este asador sepulvedano. Y oye, aunque hubiéramos improvisado habríamos comido los 8 y 30 más (como he dicho, era lunes…)
De todos los platos típicos de la cocina local, nos quedaba probar el lechazo o cordero lechal asado.
Ubicado en un Hostal
El restaurante esta ubicado en la primera planta del Hostal homónimo en la pintoresca ciudad medieval de Sepúlveda.
Decoración rústica de muebles castellanos algo anticuada. Las mesas vestidas con mantel, pero demasiado juntas.
Cocina tradicional castellana
La cocina que ofrecen es tradicional castellana, con especial énfasis en los asados al horno de leña, especialmente en el lechazo de cordero. La carta está clasificada en entrantes, platos de cuchara, revueltos, ensaladas, asados, carnes y postres. Como curiosidad diré que sólo ofrece bacalao confitado con salsa de pimientos como elaboración en pescados.
Tintocentrismo
Carta de vinos de no más de 50 referencias, ordenada por tipos y en el apartado de tintos clasificada a su vez según su crianza. Centrada básicamente en los tintos cercanos, de la D.O. de Riebra del Duero y Toro. Ciertamente, estos vinos son la armonía apropiada a la cocina que ofrecen.
La cristalería es bastante aceptable y el margen que repercuten en el vino entorno al 50% de su precio en tienda. El vino se conserva en armario climatizador y se cuidan los primeros pasos de la liturgia de servicio, para luego funcionar en régimen de autoservicio.
Algo para compartir, un primero y un Super-Lechazo
Como entrantes compartimos unos pulpitos encebollados, especialidad de la casa, que estaban bastante buenos. Queso idiazabal, muy bueno, intenso, firme, sabroso, persistente y de fuerte aroma y una correcta ensalada mixta. Confieso que me apetecía “verde” tras unos días de mucha grasita…
De primero la mayoría nos decantamos por unos Judiones de la granja, finos y sabrosos. El acompañamiento bueno, sin llegar al nivel del Restaurante José María que días atrás habíamos degustado.
De principal el esperado lechazo al horno de leña de encina, tierno y jugoso. Tal vez para alcanzar el 10, me hubiese gustado con la piel algo más tostada.
Buena mano con el horno de leña
La elaboración de este plato es bien sencilla “en teoría”: buen producto, manteca de cerdo o aceite de oliva para pintar la piel, agua y sal. Por tanto, conseguir un acertado punto de horneado es crucial… Y, digo yo, que llamándose el restaurante El Panadero, si tienen algo que ver con este honroso y antigüo oficio, deben ser unos maestros en temas de horno, ¿no?
Los postres caseros, buenos y a un precio entre los 3.50 y los 5 euros. De los tradicionales flan, natillas, cuajada, arroz con leche, tartas, helados, milhojas,… La mayoría nos decantamos por una casera y sabrosa tarta de queso.
Nos sirvieron un redondo panecillo candeal que estaba bueno.
La camarera fue atenta y simpática. También es cierto que fue un “pase privado”…
Para beber, agua, refrescos, cervezas y un sencillo y correcto Figuero Roble 2011 de la D.O. Ribera del Duero, totalmente desconocido para mí, pero que acompañó dignamente al lechazo.
¿Dónde has probado un buen lechazo al horno?
Ya veo que tú con el pescado no aguantas mucho. 🙂
Gracioso lo de que te apetecía “verde” y luego te metes los judiones y el lechazo. Y un postre “light”.
Pero aquí lo que cuenta es disfrutar y evidentemente eso hicísteis.
Ya veo que aprovechais estupendamente los días libres.
Pues nuevamente enhorabuena por el estupendo comentario y por el estupendo homenaje.
Un saludo. Jon Ander
jajaja! que sí, que me apetecía verde… pero verde como cada día en casa y a Segovia no voy con frecuencia…
Gracias Jon Ander
Un abrazo
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