Escrito por: José Ruiz
Fecha: 3 julio, 2013
El Rodamón de Russafa
Dirección: Cl Sueca, 47; C.P.: 46006 Valencia
Teléfono: 963.218.014
Tipo de cocina: cocina tradicional de corte internacional
Precio de la experiencia: 26 € por persona.
Acudimos a Valencia atraídos por su oferta cultural. La ópera Otello fue el gancho principal pero decidimos quedarnos el domingo para ver la procesión del Corpus. Ana sentía mucha curiosidad en este desfile religioso y costumbrista, tras su “descubrimiento” de las Rocas en su Plan B para acompañantes en el Encuentro Verema.
Y, claro está, si te quedas procuras probar algún restaurante… en esta ocasión algo más rápido e informal, para acudir tras la comida al desfile vespertino. Por esto y por su emplazamiento céntrico, me decidí por Rodamón, la nueva propuesta de Luca Bernasconi.
Decoración moderna
En el antiguo local de La Lluerna, este italiano afincado en Valencia, ha reabierto con un estilo de cocina diferente. Nos comentó nuestra acompañante que la decoración era prácticamente la misma. Parece haber unido dos locales en uno: al entrar una barra para picoteo y tras el patio de luces cubierto está la sala principal. Decorado sin artificios, de espacios abiertos, techo alto y una sala presidida por una cava acristalada de dos alturas. Hay otro comedor más pequeño y reservado.
Esta decoración de estilo moderno, tal vez queda algo fría para mi gusto. Las mesas sin vestir, tan sólo con un mantel de papel, ya sabes que esto a mí no me va… Pero bueno, el conjunto te da la impresión de lo que es, un restaurante informal y desenfadado.
Popurrí gastronómico multicultural
El nombre es muy descriptivo, pues la palabra valenciana Rodamón, significa Trotamundos en español y Russafa, indica dónde está ubicado, en este céntrico barrio valenciano, caracterizado por ser crisol de culturas y nacionalidades.
Luca Bernasconi es el inquieto restaurador que realiza esta propuesta sumamente original, una carta temática, ofreciendo una selección de platos típicos de cocinas de distintos países. De hecho la carta viene clasificada por tipos de cocinas: asiática, francesa, inglesa, América del norte, griega y árabe, América del sur, italiana y por supuesto española. Realmente no las denomina tal cual, les otorga nombres mucho más divertidos y sugerentes, como: “Tigre y Dragón”, “Allez Enfants de la Patrie”, “O Sole mío”, etc. En cada uno de los apartados ofrece tres o cuatro platos idiosincrásicos del tipo de cocina en cuestión. El popurrí gastronómico multicultural está servido.
Carta de vinos escueta a buenos precios
La propuesta vinícola es escueta, apenas 25 referencias, pero no falta de interés. Vinos sencillos pero con una RCP óptima, que permiten acompañar agradablemente esta cocina sin hacernos un agujero en el bolsillo. Está clasificada por precios, 12, 15, 18 y 27 € la botella. También ofrece la posibilidad de degustar casi la totalidad de los vinos por copas. La cristalería de calidad y el servicio se circunscribe a la presentación, prueba y primer relleno. El vino descansa en una cava climatizada acristalada decorativa y se sirve a temperatura correcta. También propone hasta ocho tipos de cerveza distintos.
Nuestro particular recorrido gastronómico, de Asia a España
Aperitivo de cortesía mientras elegíamos.
Nachos con guacamole. Sencillo y suave en su justo punto picante.
Wonton de gambas y puerro, servido en cajita china de bambú. Muy buena la pasta y el relleno.
Mini hamburguesas de sepia estilo Maine. Originales pero no me enamoraron, quizá serían más de mi gusto con menos miga de pan y más sepia.
Falafel de garbanzos con crema de berenjenas. Las típicas croquetas de garbanzos, bien elaboradas y fritas.
Tortilla Rodamon. Tortilla de patatas napada de jamón serrano. La tortilla hecha al momento, pero un tanto seca y el jamón aceptable.
Postres cada uno pidió uno distinto: plátano caramelizado y cacao, tiramisú y tarta de chocolate.
Éramos tres sedientos comensales (ya ha empezado el buen tiempo), así que inicialmente bebimos tres cervezas bien frías y luego dos botellas de Bolo 2011 el godello más sencillo de Rafael Palacios de la D.O. Valdeorras, que cumplió sobradamente. Además de una botella grande de agua mineral y cafés junto a los postres. Tuvieron la deferencia de invitarnos a unos chupitos de orujo y mistela en la sobremesa.
Cocina correcta y sencilla en una propuesta informal, desenfadada y fresca, que finalmente acabas disfrutando más que otras propuestas a priori más formales.
¿Cuál es tu experiencia gastronómica como trotamundos?
Tiene buena pinta, tendremos que probarlo 😉
Hola David.
Una opción más que recomendable.
Saludos,
Jose
Es uno de los que tenemos pendientes Jose… y le tengo ganas. Todos los comentarios van en la misma dirección.
Excelente comentario, como de costumbre.
Un abrazo!
Mucha gracias Fer.
Este local es muy adecuado para un “pensat i fet”.
Otro abrazo para ti.